lunes, 9 de diciembre de 2013

Muse.



    Es curioso cómo la gente pasa por nuestras vidas. Al día, nos cruzamos con miles de caras, caras anónimas, caras conocidas, caras que querríamos conocer. Y todos nos preguntamos quiénes se irán antes, o quiénes durarán más... Incluso quiénes estarán ahí para siempre. Para siempre son dos palabras que pesan mucho. Demasiado, si no se dicen con cuidado.
    Sinceramente, ella ha sido, desde que sé de su existencia, una fuente inacabable de palabras aporreadas en un teclado, una fuente de tinta que gastó cientos de papeles, decenas de bolígrafos.
    Ahora, mirar atrás se me hace tan extraño... Nunca me había parado a mirar el camino que habíamos recorrido juntas desde aquel primer día, nunca me había parado a observar cómo las cosas habían cambiado... Y nunca había visto tan pocas diferencias del hoy al ayer.
    Viendo esas fotos, recordando esas palabras, esas miradas, esos momentos... Me di cuenta de que ella es lo más grande que me ha pasado nunca. Mi amiga, mi hermana, mi compañera, mi musa.

Musa...

    Así empezó todo... Yo era incapaz de parar de escribir... de escribirle. Era tanto lo que sentía, que la única manera de expresarlo era escribiéndolo. Y ella estaba ahí; en cada párrafo, en cada coma, en cada acento. Estaba en cada espacio y en cada pensamiento...
    Y dos años después, me sigue haciendo la persona más feliz del mundo. Y dos años después, vuelvo a aporrear las palabras no dichas; vuelvo a hacer correr ríos de tinta. Porque dos años después, la mantengo a mi lado...
    Y eso es mucho más de lo que jamás pensé que la vida podría haberme dado






A ella, a mi China.

jueves, 28 de noviembre de 2013

jueves, 21 de noviembre de 2013

Missing


    Dormir sin tu respiración tranquila sobre mi pecho.
    Despertar y no verte ahí.
    Sin el olor a tus abrazos, a tus caricias y a tus mil besos.
    Sin el olor a tu sonrisa, a tus ojos, a tu pelo.
    ... Sin ese olor a ti.




Todos necesitamos ese algo que nos hace sentir especiales.


miércoles, 20 de noviembre de 2013

A heartbeat away from chaos



    Los dedos están fríos, y los engranajes chirrían con cada tecla pulsada.
    El invierno no sólo es una estación que se adueña de la tierra, y ya hacía tiempo que había llegado a ella
    Alice se prometió que no iba a volver a leer aquellos párrafos,  se prometió que no volvería a visitar la Ciudad de Mentiras.  Se obligó a olvidar el lugar donde podría encontrarlos aún escritos sólo para ella. Ambos lo sabían, ambos eran conscientes del peso que tenían sus palabras. Y por eso Alice había decidido no volver a hablar de Chris en su pequeño mundo. Se lo había prometido a sí misma. No por nadie, sólo por ella.
    Porque andar sin rumbo te lleva inconscientemente a sitios a los que no te gustaría volver, igual que dejar que tu mente fluya hace que acabe evocando recuerdos en los que no querrías haber pensado... Algo así le ocurrió: Sin venir a cuenta, tres palabras aparecieron flotando en su mente. Las conocía. Sabía a quién pertenecían, y sólo tenía que escribirlas en el buscador para acceder directamente a aquél baúl de recuerdos. Por un momento, esperó que Chris hubiese cambiado el comando, que no pudiese encontrar nada de él. Ni un rastro, ni un pequeño camino que le llevase a aquella Ciudad. A su Ciudad de Mentiras, más caótica ahora de lo que acostumbraba.

Fui un idiota, me perdí el mundo por mirar hacia otro lado.
Y ahora ni tú, ni yo, ni el mundo, somos los mismos.

     Por supuesto, Alice no era ni tan hipócrita, ni tan idiota, como para pensar que aquéllo fuese para ella. Tenía esa duda con todo cuanto leía allí, pero había algunas... En las que simplemente lo sabía.
    Chris había sido el primero en ponerle aquel estúpido nombre. Chris había sido el primero en tener efectos tan contradictorios en ella. Por un lado, ese amor del que Alice nunca dudó. Por otro, el dolor que no se borraba con los años.
    Alice no pudo evitarlo. Su nombre estaba allí escrito, en un margen. Una carpeta con su nombre, el primero de todos. ¿Por orden alfabético? Puede. Pero el primero, en cualquier caso. Accedió a él antes de que su mente le gritase "No lo hagas".
    Frases que en su día parecían inconexas, tenían todo el sentido que podrían tener. Se sentía tan estúpida... Era incapaz de parar de leer. Todo tenía un significado claro ahora. Todo cuadraba. De haberlo entendido antes, podría haberlo arreglado. De haber sabido todo desde el principio, podría haber evitado... Una frase recorrió su espina dorsal cuando estaba a punto de escribirle.

Añorar el pasado es como correr tras el viento, ¿sabes?

    No.
    Apenas hacía un año de que aquellas palabras fuesen escritas, y ahí se alzaban, orgullosas. Como si tuviesen derecho a estar ahí, como si él tuviese derecho a usarlas. Abrió la sección de comentarios, pero ya había sido estrenada por alguien. Y ahí estaba, una línea, una sola línea. Tan escueta como para no replantearse mejorarla, pero tan potente como esperaba que fuese de dolorosa.
    Alice leyó sus propias palabras en aquel comentario. No recordaba cuándo las había escrito, pero estaba orgullosa de sí misma. Más de lo que jamás lo había estado. En silencio, sonrió.

"... No tienes derecho a usar esa última frase, ¿sabes? Ahora, ya no"



Al final, lo único que importa es cómo tú lo sientes. Y a ti... A ti ya no te siento.

sábado, 8 de junio de 2013

"Need you"



    -¿Sabes cuando estás mal y necesitas hablar con alguien...? No digo del problema, sino... hablar. Sin más.
    -Sí, me ha pasado alguna vez...
Alice asintió
    -Eso es una de las cosas que más me gustan de hablar con ella
    -¿Ella?
    -Diana
    -¿... El qué?
    -Que con un sólo un "Te necesito" o un "¿Puedes distraerme?", sé que estará ahí sin exigir explicaciones, ni insistir en saber qué es lo que me pasa, aunque sepa que no estoy bien... No como si no le importase, aunque realmente dudo que a nadie le importe lo más mínimo lo que me pueda pasar a mí... Simplemente es como si esperase a que lo cuente yo sola.
    -Pero la gente a la que le importas quiere saber qué te pasa si te encuentras mal.
    -No, la gente a las que le importas te apoya. Sea el motivo que sea. Se lo cuentes o no. El hecho de saber que recurres a ella porque te encuentras mal debería ser motivo suficiente como para querer animarte.
    -¿Y te molesta la gente que no es así?
    -No. Me molesta la gente. En general. Pero la gente como ella... - Alice sonrió, en silencio -.


... Bueno, es otro tipo de gente"


miércoles, 5 de junio de 2013

Emptiness


Como un salto en el vacío...
Todo se echaba encima, una vez más. Como si fuese demasiado pesado, como si no fuese posible soportar una presión similar. Alice se llevó las manos a la cabeza, aguantando las lágrimas
Vamos, tranquila, céntrate, se repetía una y otra vez. Tranquila, tranquila...
Su voz sonaba suave, propicia para alcanzar la tranquilidad que estaba buscando por encima de todo.
No vas a ser tan idiota como para agobiarte por esto, ¿verdad? Dormir es de cobardes. Tú puedes. Sé que puedes.
De repente, la voz volvió. Una vez más. Ni siquiera sabía cuánto tiempo llevaba sin oírla.
-Hazlo.
Alice vaciló. Por un segundo, miró su muñeca.
Apretó los puños.
-No.
-¿Por qué no? Sabes que aliviará esta presión. Es muy molesta, ¿sabes?
-No.
-¿Mantienes tu promesa?
-No sólo eso. Dánae tampoco me lo perdonaría.
-¿Y vas a pedirle permiso?
-No. Joder. Pasa de mí. Tengo que estudiar.
-No te da tiempo. suspenderás, y tendrás que quedarte aquí más tiempo aún. Y si te quedas, eres mía. Y lo sabes. Sucumbirás.
-Por eso mismo. No puedo permitirme el lujo de arriesgarme. He terminado conversaciones hoy más rápidamente de lo que querría por esta puta presión, conversaciones con gente que me importa más que tú. Así que haz el favor. Si tan convencida estás de que sucumbiré, no sé a qué viene meterme tanta prisa.
La voz se calló un segundo
-Tienes razón.
Alice sonrió.
Se puso manos a la obra, sin pararse a pensar en aquella pequeña discusión. Sin más, una frase, lapidaria, le cruzó la espina dorsal.
-Nos vemos...


miércoles, 22 de mayo de 2013

Sat by the river and it made me complete




No debería escribir hoy, no con tantas cosas que tengo por hacer… No has llegado en un buen momento. Supongo que, si me paro a pensarlo, nunca llegamos a encontrar el momento óptimo, ni mucho menos el más acertado.  Tal vez ése fue el comienzo de mis errores, o tal vez no tengo ningún motivo para comportarme como lo hice.
A veces siento que no merezco lo que tengo, sólo por el hecho de habérselo quitado a una persona a la que apreciaba aprecio increíblemente…
"Sólo quería saber cómo estabas" , había dicho.
Sólo eso, pero en mi mente ya corrían las imágenes una detrás de otra. De todo. Con una canción de fondo, siempre la misma. Una canción que, sin haberlo querido, recopilaba cada momento que se había vivido, que nos aislaba del mundo, limitándolo todo a las orillas de un río con bañistas eventuales poco lúcidos en cuanto a nombres se refiere...

Cómo me jode que me duelan cosas que deberían haber sido olvidadas hace ya mucho tiempo... Cómo me jode todo esto... 

Escribiría mil palabras, pero un día alguien me dijo que no era la cantidad de lo escrito, sino lo que transmitía... a mí me queda el recuerdo de un LP grabado en la piedra...

domingo, 12 de mayo de 2013

UGLY

Querida Ugly...
Recuerdo el día que naciste. El 17 de junio de 2009. Dios.... ya hace casi cuatro años de eso... No queríamos más gatos, ¿recuerdas? Con tu mamá ya era suficiente para un piso tan pequeño... Nadie te quiso, porque eras la menos bonita, la de los ojos tristes, la del color indefinido... Y sin embargo, eras mi favorita. No sabíamos cómo llamarte, ¿recuerdas? Aún me río cuando me viene a la mente la tía Pili... "Llámala Correcaminos... o Beep-beep!" ... y al final te quedaste con el nombre que menos justicia te hacía... Ugly, la gata más bonita de la urbanización... Los niños jugaban contigo, ¿recuerdas? Y te pasabas las mañanas corriendo por allí, de arriba a abajo... Y cuando llegaba del Instituto, allí estabas tú esperándome, maullando, corriendo entre mis piernas hasta la puerta de casa...
Siempre querías que estuviese pendiente de ti, ¿recuerdas? Te sentabas encima de mis apuntes incluso en selectividad, me obligabas a quererte... Nos obligaste a toda la familia. Con tus ojos tristes, con tu color indefinido...
No sabes lo mucho que te echo de menos por las noches, cuando recuerdo cómo te tumbabas en mi pecho y apoyabas la cabeza en la almohada... conmigo siempre.... Ojalá te hubieses podido venir conmigo... Ahora seguirías a mi lado...
No sabes cuánto te quería... Ni cuánto te quiero...
Te ganaste el amor de todos los miembros de la familia...

.... No te olvidamos, pequeña... No nos olvides tú a nosotras...

Slavery


Hoy te he sentido lejos, mucho. Como si tres mundos nos separase, aunque nuestras mentes sigan igual de acompasadan... Como si siguiésemos latiendo a un mismo ritmo, pero sin poder demostrarlo... Antes no era así, ¿recuerdas? Antes nos veíamos. Antes nos mirábamos, y sabíamos lo que la otra pensaba... y sonreíamos. A la vez. Siempre ha sido así...
Hay momentos en los que me pregunto si te acordarás de mí de la manera en que yo me acuerdo de ti, si mirarás las fotos, las cartas, los recuerdos narrados en un viejo cuaderno...
Te echo tanto de menos... A veces me gustaría dejarlo todo, todo, para aparecer en tu ventana y obligarte a sonreír. A recordarte que no hay motivos para estar triste, aunque yo no sepa hacer otra cosa que llorar cuando las cosas se complican... Siento que me falta la fuerza para luchar con esta situación. Con esta distancia que me afecta tanto sin necesidad... Porque te tengo al lado, y no puedo verte. No puedo abrazarte. No puedo verte sonreír... Creo que eso es lo que peor llevo... Tú sonrisa. Joder...

Me siento como una esclava... Una esclava de tu sonrisa. Como siempre lo he sido... Como siempre lo seré...

jueves, 2 de mayo de 2013

"Mark as Spam"

El viento le trajo noticias de Mark y Shane una vez más. Una pequeña carta, como un mensaje en la bandeja de entrada, sólo para Alice. Él decía que Shane estaba triste y que pensaba que sólo ella, sólo Alice, podría ayudarla. Eso no le pareció mal, en realidad. A Alice le daba igual que él se preocupase por Shane, allá él con cuanto quisiese hacer.

La carta, sin embargo, fue cambiando su rumbo. Mark hablaba de una realidad anterior a la propia Alice, de una niña de pelo rosa cuya única preocupación probablemente fuese que la gente de su alrededor sonriese...
Tampoco recuerdo mucho de ella, en realidad.

Las palabras de Mark le hacían reír. Él seguía intentando entender a Alice por medio de unas frases escritas tras el viento sin ninguna intención más que la de válvula de escape, la de descanso entre todo lo que nos rodea. Avanzó poco a poco en la pseudocarta, esquivando los pequeños ataques que eran sus indrectas, observando los argumentos que Mark daba a ciegas, hasta que llegó a la única frase que no esperaba leer allí. La única frase que no tenía derecho a escribir... ni siquiera tenía derecho a tener ese concepto en mente. Se detuvo de golpe. Todo se congeló. "Esto no es la Ciudad de Mentiras de la que procedes. Sé consecuente".
Empalideció. ¿Ciudad de Mentiras? ¿Qué sabría él de la Ciudad de Mentiras? ¿Quién se creía para intentar juzgar un lugar cuya procedencia y funcionamiento desconocía? ¿Qué sabría él...?
Por encima de todo, una duda asaltó la mente de Alice... ¿qué sabría ella de la Ciudad de Mentiras? Ni siquiera estaba segura de pertenecer aún a ella..
o de si alguna vez había llegado a pertenecer a aquel lugar realmente... Nunca entendió del todo lo que pasaba en ella, ni quiénes eran los que la rodeaban... Pero sabía ver la verdad en las palabras que Chris escribía.... O eso esperaba, tantos años después.

... Eso tendría que hablarlo con Chris... Era su ciudad. Yo sólo creo ser una doble más de una historia sin un final cerrado...

... Real o no, la aquella Ciudad que Chris construyó era lo poco que a Alice le quedaba de él... Y ningún gato iba a decirle a dónde pertenecía, o dejaba de pertenecer.

Mierda. No quería pensar en él.

lunes, 15 de abril de 2013

Little piece of heaven


Como al principio, evocar su recuerdo le puso la piel se gallina, le erizó el vello de la nuca y un escalofrío recorrió su espina dorsal. Cuando se quiso dar cuenta, estaba temblando. Del miedo a perderla, de la felicidad que sentía en momentos así.

¿No te hago feliz?

Le había preguntado Dánae. Ilusa. Feliz es un término escueto, vacío en sí. La felicidad es tan relativa que ni siquiera debería tener un nombre concreto. La felicidad sólo reside en cada uno cuando dejamos de intentar alcanzarla, cuando, simplemente, nos llega. Y lo sabemos. Sabemos que somos felices.

Son pequeños detalles, detalles que me recuerdan que debo apreciar cada minuto a su lado, que debo quererla por encima de todo lo que se venga encima.
Porque son los pequeños detalles los que me dan las dosis perfectas de felicidad.

Porque somos indestructibles... Porque queremos serlo.

                   ... like a little piece of heaven...

domingo, 14 de abril de 2013

Happiness


-Quiero que seas feliz. Hacerte feliz.
-No lo haces muchas veces, pero cuando lo haces... es alucinante.
-¿No suelo hacerte feliz...?
Su tono fue demasiado  elocuente. Lune se apresuró a aclarar aquella afirmación.
-No plenamente. Es decir, que estoy jodidamente agusto contigo, y que te quiero. Eso no lo dudes. Pero la sensación como la de  ahora, como si me estuviese enamorando a cada minuto... Las mariposas, el temblar cuando hablas... Esas cosas. Esos detalles es lo que para mí es ser feliz. La felicidad no puede ser ilimitada e infinita, o el mundo de colapsaría. La felicidad fluye entre las personas, no podemos acapararla. Como si tuviese que llevar una parte de cada persona al resto del mundo para que todos se sientan completos en esos pequeños momento de felicidad... Aunque esa felicidad sólo dure unos pocos minutos.

                                    

jueves, 11 de abril de 2013

Code Dream

El aula estaba prácticamente llena a pesar de que no había que hacer ningún trabajo. Cada uno en un ordenador, algunos frente a una misma pantalla.
    Julien estaba delante de Alice, y se dio la vuelta en la silla para llamar a Mark, que estaba a la izquierda de ella.
    -¡Eh, chico gato! -le llamó, sonriendo. Era una sonrisa maliciosa, sus ojos miraron divertidos a Mark alzar la cabeza de la pantalla. No iba con buenas intenciones, y Alice lo sabía.
    -¿Qué quieres?
    -¿De verdad eres un gato?
    Sus amigas miraban también de reojo, pero entre cuchicheos y risitas.
    -A veces.
    -Oye, dime, ¿y tienes siete vidas o...?
    -Julien, callate.
    La voz de Alice interrumpió la broma de mal gusto.
    -¿Por qué? Sólo le estoy preguntando. - le lanzó una mirada de desprecio y se volvió a girar en dirección a Mark - ¿Y las dos colas invisibl...?
     Alice no le dejó terminar. Se levantó de su silla, se echó hacia delante y golpeó a Julien con el puño en la cara. Una vez, dos veces, tres veces. No conseguía darle todo lo fuerte que quería, pero sabía que le dolía. Julien sin embargo se reía mientras se enroscaba en sí mismo.
    -¡Oh, no, me va a matar! - se burló - ¡Que alguien la pare!
    Alice paró.
    -No merece la pena ni darte de hostias, payaso.
    Se volvió a sentar y agarró su mochila, que estaba encima de la mesa
    -¡Se enfada la gatita!
    Según lo oyó, Alice estiró el brazo fuerte y le dio con la mochila en la cara. Había sido por sorpresa y Julien sangraba ahora por la boca.
    -¿¡QUÉ COJON...!?
    Se fue a levantar, incrédulo, cuando Alice le cogió del pelo y estampó su cara sobre su propia  mesa. Con un golpe fuerte y seco.
     -ERES UNA GILIPOLLAS, ¿DE QUÉ COÑO VAS? ESTÁS MAL DE LA PUTA CABEZA!
     Sus amigas se levantaron y le acompañaron al baño.
     Alice se concentró en el ordenador de nuevo.
     -Gracias -Musitó Mark por lo bajo -.
     -Esto no cambia que siga enfadada.

                           Tarde o temprano, siempre hay que despertar.

martes, 9 de abril de 2013

Hidden



    Sólo se le ocurrió hablar con ella. Sin excusa, fue directa al grano. Sabía que ella la escucharía
    -¿Cómo estás de ocupada?
    -Ocupada en un 50%, mal emocionalmente al 80. ¿Por qué?
    -Porque me sé de una que está al 90 y... no sé a quién recurrir...
    -¿Qué te pasa?
    -No lo sé. Bueno, sí... Es un cúmulo de cosas
    -Entiendo... ¿y qué puedo hacer por vos?
    -Con fingir que te importo un ratito me vale.
    -Sólo sé fingir en una cosa... No me gusta mentir en nada más
    -¿Puedo saber en qué?
    Apenas tardó en contestar, escueta, pero sincera.
    -"¿Cómo estás? Bien. ¿Qué te pasa? Nada" ...



Al fin y al cabo, no eran tan distintas....


Diana... Me gusta demasiado ese nombre como para cambiárselo por ningún otro.


Awake



   Sin poder evitarlo, Alice recordó la metáfora que el titiritero le había explicado hacía no mucho tiempo. Recordó cómo todo era un pequeño teatro de marionetas que él movía a voluntad propia, dueño absoluto de unas pocas decisiones que en realidad, sólo tomaba él. Alice lo sabía. Era otro método de caza, le gustase o no. Extrañamente, Mark había resultado ser más bueno de lo que creía. Y, a veces, incluso le hacía dudar acerca de si había hecho bien revelándole algún que otro secreto. Ahora él era poderoso, pero a su manera. No tanto como él la veía a ella... o puede que sí.
    Sin poder evitarlo, Alice recordó el día que él conoció a Shane. Ella había bailado al son de las mismas cuerdas una y otra vez, sin soltarse, ni dejarse soltar. Lo cierto es que Alice creyó que terminaría soltándose por sí misma. No esperaba, ni mucho menos, tener que cortar la labor del titiritero por sus propios medios; es más, le divertía aquel juego... Pero Shane parecía estar realmente a gusto hablando con él.
    Sin poder evitarlo, Alice recordó también el momento en el que ella misma conoció a Shane. Contaba con ventaja, claro está, pues partía de una foto con altos niveles de adorabilidad, por poco que a ella le gustase esa palabra. Recordó cómo afianzó poco a poco a aquella criatura de bonita sonrisa y curioso acento, cómo ésta se sumergía en el mundo que Alice le mostraba...
    Sin poder evitarlo, dejó que el titiritero jugase
    Sin poder evitarlo, puso fin indirecto a aquella conversación.
 
    Sin poder evitarlo, fue a dormir con ese último pensamiento en su saturada mente...



"Pero ¿estás bien de verdad...?"

sábado, 6 de abril de 2013

Parking in the middle house


-Mira la canción que tengo en el móvil- Había dicho Dánae.
Al instante Lune la reconoció, "Little piece of heaven" comenzó a sonar en aquel sótano desértico. La estaban cantando a la vez, motivadas por un alcohol demasiado barato, cuando Lune decidió modificar una estrofa sobre la marcha.
-But baby don't cry, you HAVE my heart
-¿No es "Had", "Tuviste"?
-HAVE - Repitió, guiñándole un ojo. Dánae asonrió - ... Que lo tienes.
Ella se acercó y la besó, mucho, despacio y con fuerza, controlando la situación por completo.
-Bézame bandía
Dánae se rió y la volvió a besar
-Idiota
Dijo, volviendo a unir sus sonrisas una vez más...

"But baby dont cry..."

jueves, 4 de abril de 2013

Trance


    La sombra de mil errores la observaba cada minuto que pasaba, como un juez que evalúa cada acción, como el recuerdo de un amor que atormenta al que ya no es amado.

    Brrr, brrr.
    Ni siquiera leyó con interés lo que Mark le había enviado, apenas distinguía las letras en la pantalla y concentrarse era con diferencia lo último que quería hacer.
    -Voy a dejar el móvil, me duelen los ojos.
    -¿Vas a dormir? Si quieres hacerlo, hazlo, no te cortes.
    Alice rió por lo bajo ante el tono con el que Mark había dicho esa frase.
    -No, me quedaré en trance con algo música. Bandas sonoras, Yiruma... esas cosas.
    -Oh, no te molesto entonces.
    -Se agradece.

Amelie, El último mohicano, El Señor de los Anillos... nada. Nada era suficiente. Alice de resignó en la cama abriendo los ojos un poco.
Maldita música de mierda...
    -Hazlo
    La voz sonó dentro de ella. Ya la había oído antes, no se giró para contestar.
    -Hoy no. ¿Por qué iba a hacerlo?
    -¿Y por qué no?
    -He hecho una promesa.
    -Una promesa que ya has roto.
    Alice se estremeció. Estaba temblando.
    -Déjame en paz.

    Rápidamente, cogió el móvil una vez más y se fue al reproductor de música. Downloads. Pulsó la pantalla y dejó que la guitarra inundase su mente. La Voz suspiró.
    -Como desees... Eres demasiado cobarde.
Poco a poco las letras de Vetusta hicieron acto de presencia... Poco a poco, se sumergió en su pequeña mente en blanco...
    
   
         Todos duermen ya...

Alice 2.0.

    Hace tiempo que no uso el blog como tal... Lo siento, supongo. Ni siquiera sé para quién escribo a parte de "para mí".

    Vengo renovada. Con más fuerza que nunca, con la única función de dejarme llevar por las letras que huyen de mí como yo he huído de ellas durante todo este tiempo...

    Estoy aquí, y no me marcharé tan fácilmente.

Alice.

jueves, 28 de marzo de 2013

Strike II



    Alice entró en el autobús. Tarde, como siempre. Esperaba que el hecho de tener Latín a primera hora ayudase a no llegar mucho más tarde de la cuenta... Se sentó en el primer asiento cuando el conductor decidió arrancar sin un mínimo miramiento por aquellos que aún estaban de pie. Malditos autobuseros, pensó. En realidad, era el segundo asiento, pero aquellos que iban de espaldas le resultaban incómodos, le ponía nerviosa no saber por dónde iban exactamente, o a dónde iban a llegar. No es que le disgustase abiertamente, pero... Las cosas hacia delante son mejor que hacia atrás... O algo así.

    Observó que Mark esperaba en una de las paradas siguientes y subía al bus, pasando de largo del sitio libre que había frete a ella apenas esbozando un "Hola" más cortante que amistoso. Lo notó, claramente. No era difícil de adivinar cuando Mark estaba molesto. Sabía que era por la conversación de la noche anterior, pero ella sólo había respondido a su pregunta, así que, en teoría, no había nada por lo que enfadarse... ¿no? Sonrió para sí.
    "Veamos cuánto le dura el enfado"
    Se giró, fingiendo sorpresa, hacia donde estaba Mark.
    -¿No vas a sentarte?
    Se sentó sin más, así que decidió seguir hablando como si nada.
    -Estoy cansada, apenas he dormido hoy... Esta noche estuve muy ocupada... No era una cacería, pero pasé el finde con unos amigos, menos un día que fui a ver una película a casa de... - se paró un segundo, mirándole - ¿Mark? ¿Estás bien? Te noto raro... Más de lo habitual, digo. ¿Te pasa algo?
    -¿Algo como qué?
    -¿Triste?
    -Triste... -repitió él- Sí... Estoy un poco triste.
    Alice sabía qué hacer. Era una cazadora de sonrisas, de eso iba la cosa, ¿no? De que la gente sonriese... Se quedó un momento mirándole fijamente y, sin más, dibujó una sonrisa forzada, calculada a la perfección, hasta el último milímetro. Sabía que todo el mundo acaba sonriendo, sólo había que insistir. La perseverancia es la clave, o al menos eso fue lo que le dijo el viejo lobo a su lobezno...
    Al principio Mark enarcó una ceja, mirando la sonrisa de Alice con cierto respeto. Como si fuese un arma   de adorabilidad extrema... O algo así. Y lo era, en cierto modo. Apenas unos segundos después, Mark se rindió a aquella sonrisa y la correspondió, desviando la mirada y soltando una media carcajada por lo bajo.
    -¿Ves? Mi sonrisa es infalible.
    -No es cierto, sólo es adorable.
    -No me gustan las cosas que dicen ser adorables.
    -Eh, yo soy adorable.
    Este chico o es tonto, o quiere caerme mal a drede.
    -A eso me refiero, no puedes decir de ti mismo que eres adorable. No queda bien. Es una palabra horrible para que alguien se defina a sí mismo. Es como, o sea, no, muérete



miércoles, 27 de marzo de 2013

Strike I


Brrr, brrr
Alice leyó el mensaje sin mucho interés
-¿Me podrías hacer un favor?
-Dime
-Si pudieses insultarme con sólo una palabra, ¿cuál sería...?
"Qué chico más raro..."

martes, 26 de febrero de 2013

Shane





   Salir al campo de batalla con la sonrisa puesta, dejarse ver ante un número indeterminado de adictos a la pantalla sin más preocupación aparte de si el gorro está o no bien colocado. Poner mil canciones. Una que sobresale entre el resto. Quién sabe por qué. Suena, la escucha. Y al otro de un en vivo, alguien comparte ese momento. Las notas fluyen, poco a poco. Hasta el punto de no poder escribir sin que éstas se enreden entre los dedos, llevándolos por caminos que tal vez no fuesen por donde esperamos. Imaginar criaturas mitológicas, sonreír con cada compás, con cada letra pronunciada por una voz no demasiado rota, desgarradora, profunda. Preguntarte una y otra vez qué tiene esa canción, qué la hace tan especial. Darle vueltas a la misma estrofa cuantas veces sea necesario para entender cuál es tu afinidad a unos gatos que se limitan a ver volar dragones en su mente. Cruzando. De izquierda a derecha. De derecha a izquierda. De arriba a abajo. De abajo a arriba. Rompiendo esquemas, atravesando un cielo demasiado azul o demasiado gris con su melodía... Con esa perfecta melodía que no quiere ser decepcionada... que no quiere hacerte salir de la ciudad...

La ciudad que, después de todo, no duerme de noche.
.

Así es Shane. Un gato más imaginando dragones en un cielo que, a fin de cuentas, no es tan oscuro como creía. Siempre hay sol detrás de las nubes.

jueves, 14 de febrero de 2013

Carta a las mujeres maquilladas de felino





Queridas mujeres maquilladas de felino,



    Esta carta viene a mostrar mi punzante sentimiento de repetitividad en esos vuestros maquillajes. Cada vez que os veo ahí, sonrientes, con bigote y hocico negros junto a una mirada tan penetrante como el frío en el cuerpo; he de admitir que me siento contrariada, pues lo primero que se pasa por mi mente es "Ya están las pesadas de los gatos".

   Con el debido respeto, cabría dejar constancia de que parecéis todas unas gatas en celo que buscan la aprobación de sus contactos en twitter y facebook; en favim y en instagram, de donde proceden los hipsters -MODERNAS DE LA VIDA-; para así creerse unas de esas chicas tumblr de las que tanto se habla. Otras de las que un día hablaré, merecido tengan el puesto de cartas preferenciales.

    Estas palabras lo único que quieren decir es que parece que buscáis guerra, de la sexual; que disfrutáis cuando la gente se pierde en los felinos bigotes que tan cuidadosamente pintáis en vuestros rostros; sonriendo con cada alago con comentarios que suben vuestro propio ego, fingida una modestia inexistente teniendo en cuenta vuestro propio comportamiento. Y sois vosotras, las mujeres maquilladas de felino, las que tratan de captar la atención un público encantado de veros así de adorables, porque sois las que me enamorais con cada foto, por muy repetitivas que sean.




domingo, 3 de febrero de 2013

Agua



Su recuerdo me atormenta. El recuerdo de mil besos, caricias, tequieros... me impiden dormir, me niegan la posibilidad de hacer una vida normal. Siento que se consume mi energía vital como podría evaporarse el agua, poco a poco alcanzando la temperatura máxima para, sin más, desaparecer. Así soy yo. Como el agua. Mi fluidez se ha ido evaporando hasta que se ha convertido en un gas invisible e inútil, que sólo existe porque no puede ser destruido... Así es como me siento, como si las sensaciones tuviesen que existir obligatoriamente... aunque sea de una manera invisible e inútil... aunque sea de una manera tan dolorosa



viernes, 1 de febrero de 2013

Going Under




No sé a qué día estamos... Ni si quiera sé cuándo ocurrió todo... Demasiado rápido como para asimilarlo, demasiado doloroso como para recordar cada palabra. Llorar hasta que caes, hasta que tu cuerpo no puede más y se deja atrapar por el sueño, un sueño ficticio que no es más que agotamiento mental, ganas de, simplemente, cerrar los ojos. Para no ver las fotos, para no recordar, para no pensar en nada. Y la música suena alto, muy alto quizás para estas paredes de cartón. Y sigo cayendo, hundiéndome a mí misma, sin querer, sin ser consciente...

Una vez leí que a veces el dolor ni siquiera te deja llorar. Al principio no me lo creí, al principio todo fueron lágrimas, llantos, despertar llorando, la cara hinchada a todas horas. Ahora no... Ahora... Simplemente no siento nada. Sólo un malestar interno, un no-puedo que se ha adueñado de mí por completo... No tengo fuerzas para llorar, no tengo fuerzas para gritar... A veces, apenas las tengo para salir de la cama.
Nadie sabe cuánto duele... Nadie sabe lo que es que te falte una parte de ti...

Me faltas... Me faltas tanto que me hundo poco a poco... Y no sé salir.

...Sin ti no sé...

domingo, 13 de enero de 2013

Pensamientos- 04:27


    Soy así, de las que se cansan fácilmente. No es algo que me guste... pero a veces simplemente pasa. no quiero decir con esto nada, simplemente me pasa... Y a veces sólo tengo miedo a que me ocurra otra vez, más que nada porque me da pánico perder lo que un día encontré... Lo mejor que he encontrado nunca... No sé, será que soy gilipollas y no sé lo que tengo... Pero a veces, la lujuria y la lascivia pueden conmigo, como si nada fuese más importante. Y de repente, me acuerdo de Ella... De su atrapante mirada, de sus te quiero sin motivo... De su sonrisa... Joder... Esa jodida sonrisa...


Missing

Él llegó como un salvador...

-¿Tú tampoco puedes dormir?
-... Nada... Y mira que estaba borracha, y se supone que da sueño
-Yo intenté dormir a las tres, pero no podía, así que tomé té
-¿Y hace efecto...?
-Lo mejor contra el insomnio es quedarse despierto. Y sí, claro que hace efecto, ahora no tengo sueño. Es lo que tiene la teína. ¿En qué nivel de borracha estás?
-Ninguno, ya. Tengo un bajón considerable.
-Entonces era leve. Lo del bajón es parte de la borrachidadOh... ¿Se puede saber por qué, o tal vez son problemas personales?
-Me da igual contarlo.
-¿Quieres contármelo, entonces?
-... Casi mejor, necesito opinión.
-De acuerdo
-Resulta que esta mañana me llegó un mensaje de P, un amigo, poco antes de las nueve de la mañana, diciendo que Dánae, que se tenía que quedar en su casa, había desaparecido de la nada, que la buscaban y buscaban, y que no había forma de encontrarla... Y a las cinco de la tarde, seguía sin tener noticias suyas... Y claro, le llamé, pero no me lo cogía, y llamé a todo el mundo pensando que ella no había vuelto, por si había pasado la noche con alguno de sus amigos, pero nadie sabía absolutamente nada... Así que a eso de las seis, llamé a su madre... Más que nada porque la prima de Dánae, al preguntarle si Dánae estaba en casa porque no sabía nadie nada de ella, me dijo que avisase a su madre... La chica estaba preocupadísima, normal, porque la última vez que la habían visto, iba borrachísima, y podría haberle pasado cualquier cosa... Resultó estar en casa de P, llegó a la media hora de mandarme él el mensaje, pero P, al no avisarme, yo ya estaba súper preocupada.... Y ahora Dánae no me habla.
-... Así que ella se cabreó contigo por avisar a su madre... ¿Sólo eso?
-Sí, pero mucho... Dudo que me hable
-Pequeña, como diría la Reina Roja; "Tengo problemas comparados con los cuales, el tuyo no sería más que una solución"
-Aunque suene borde e incluso egoísta, me da igual...  
-No debes preocuparte por ello, dale un tiempo y se dará cuenta de que no tiene que enfadarse
-No puedo perderla, Mark... Y menos sin motivo... Ella es todo para mí... Pero tampoco voy a pedir perdón por lo que hice.
-Te contradices
-¿En qué?
-Si ella lo es todo para ti, ¿por qué antepones tu orgullo?
-Orgullo, ¿en qué? No tiene nada que ver con el orgullo, si no pido perdón, es porque no creo que lo haya hecho mal.... No voy a pedir perdón por eso
-Estoy de acuerdo en que no deberías pedir perdón por algo así, hiciste lo que era correcto, pero ¿no lo harás si la situación lo requiere?
-La situación no creo que requiera un lo siento.
-Pero tal vez ella sí lo crea, ¿no se lo concederás?
-Creo que necesita que ella se dé cuenta de que no lo hice mal, y también de su madre sepa que no fue Andrea la que se pasó de la raya... Nadie en realidad, simplemente P no me avisó de que Dánae llegó escasos momentos después de que él lo hiciese.
-P estaría preocupado también por ella, y probablemente se olvidaría de ti
-Me da igual...
-Es una negligencia
-Por las negligencias, muchos médicos están en la cárcel.
-Pero a ti no te molesta haber estado todo el día preocupada por ella,, ¿verdad? Lo que te molesta es que se haya cabreado contigo.
-Me ha molestado todo. Si antes estaba enfada por haber estado toda la tarde preocupada como una gilipollas, ahora me cabrea aún más que la otra me lo eche en cara, ¡como si fuese malo!
-¿Toda tu preocupación no se desvaneció en el primer momento que supiste que estaba bien?
-Pues claro que sí
-Pues entonces ese tema está arreglado, y podría haber concluido de una forma mucho peor.
-¿Cómo?
-Mientras estaba desaparecida para ti... ¿no te alegras de que estuviera todo el tiempo en casa de P y no en el arcén de una autopista?
-Pues claro, muchísimo... No sabes cuánto... Por eso mismo, Mark, mientras yo estaba jodidamente feliz de que ella estuviese bien, ella no me quiere hablar...
-Pues eso es lo que decía, que el problema consiste en que no te habla, y no guarda relación directa con lo sucedido a lo largo del día.
-... Será, pero ¿en qué me ayuda eso?
-Mi opinión personal es que no va en serio. Se ha enfadado y se la ha ido un poco la olla
-No lo sé... No tengo ni idea
-No tiene mucho sentido no hablarte, o enfadarse, por algo así...
-Ojalá se dé cuenta, Mark... Ojalá...

martes, 8 de enero de 2013

#2.38



    Mezcla de situaciones que uno desearía evitar, que querría por todos los medios no tener que vivir. Y llega un momento en que todo se junta, todo se te echa encima, como cuando anochece demasiado rápido y, para cuando te das cuenta, ya no hay sol, ya no hay luz, simplemente... la oscuridad. Y lo único que tienes para alumbarte son unos minúsculos puntos blancos que parecen brillar con luz propia en medio de esa oscuridad abrumadora. Puntos que en sí mismos, ni siquiera nuestra vista podría abarcar su tamaño total dada su inmensidad... Puntos que sabemos de sobra que no son en absoluto pequeños, porque sino, no podrían hacer llegar su luz a millones de miles de kilómetros y kilómetro. Y aunque la mayor de las luces se alce orgullosa y llena en el cielo, y dé algo más de luz... Ésta, junto a esas pequeñas estrellas, no dejan de ser focos lejanos, muy lejanos. Ínfimos focos de felicidad que sabes que están ahí, que te ayudan a salir del paso aunque no puedan ofrecerte toda la luz que querrían -o que podrían- sólo por el simple hecho de estar lejos.
    Realmente, he sentido esos pequeños focos más lejos de lo normal, más fríos, o puede que incluso menos luminosos. ¿Quién sabe? Ni siquiera la Luna parecía brillar con la misma intensidad de siempre...
    Como si ya no le gustase que la contemplase cada noche...
    Tal vez no debería decir esto después del día de hoy... Pero eso no quita que esa sensación siga ahí...

    -¡Alice, despierta!

    Y abrió los ojos, buscando la procedencia de aquella voz...

    -¿Eh...?