miércoles, 27 de octubre de 2010

Dios mío...

Bloggers, mi amistad con una de las personas que más aprecio en este mundo peligra como no ha peligrado nunca... Lleva un mes que se tambalea peligrosamente sobre una asquerosa torre de copas que cada día tiene menos estabilidad... Tengo miedo, tengo un miedo terrible. Vivo cada día como si el mayor peligro me acechase en cada esquina, como si algo me siguiese a todos lados... Es agobiante, es un sinvivir. Me da un escalofrío cada vez que cruzo por aquel lugar que tantos recuerdos guarda, otro cada vez que pienso en nosotras, otro cada vez que me quedo absorta mirando las fotos de la habitación... ¿Cómo ha podido cambiar tanto la cosa? ¿Cómo ha podido variar una relacción en unos días?

No lo entiendo, y es tan simple como no poder... Por más que lo intento, no puedo.
Los primeros días luché. La llamé, vale, no me lo cogía, pero... ¡Yo lo intentaba! Algo es algo, supongo. Hasta varias semanas después seguí luchando, conté cada día que no me hablaba, cada día que se sumaba, como el preso que apunta los días en una pared... Así hasta que llevé... Hum... ¿20 días? No lo recuerdo... Ya no llevo la cuenta, me he cansado, me he agotado de seguir luchando por una causa que no comprendo siquiera si es real... Es un desgaste mental enorme y... simplemente, estoy harta... Me parece que es más importante para ella una mentira que todo el mundo sabe que la verdad que solo unos pocos conocen, y... no sé de qué me estraño.
A estas alturas, ¿qué quiere que diga? ¿Que sí? ¿Que es verdad? Si quiere, lo digo, me da igual, ¿me quiere llamar mentirosa? ¿Me quiere llamar embustera? Tal vez mala amiga... No diré nada, porque cuando llegue ese día, todo habrá muerto; cuando llegué ese día, nada tendrá solución...

Cuando llegue ese día, solo me quedará sonreír y asentir...

jueves, 21 de octubre de 2010

Yuju

He pasado por tanto... Discursiones, llantos, lamentos, peleas, insultos... Ha sido tremendamente horroroso, sencillamente horroroso, todos estos meses han sido un asco de recuerdo, una mierda de imagen difusa en mi mente que todos los días pasaba por mi cabeza, causándome el mayor de los dolores jamás vistos, jamás sentidos por alguien como yo; y que todos los días trataba de borrar a toda costa. Necesitaba hacerlo, como fuese, tenía que conseguirlo.

Ni por asomo lo he conseguido, claro...

He pasado un verano de maldecirme cada día, cada hora, minuto, segundo, instante... Por no luchar por lo que quería, por no hacer todo lo que estuviese en mi mano. No sé si realmente lo he hecho, no sé si he luchado, si no lo he hecho, pero me ha encantado el resultado.

Alguien me dijo "a mí me ha dicho que hay otra chica" y... hasta el último de los momentos deseé que fuera así. No sé explicarlo, necesitaba algo a lo que atenerme, algo a lo que aferrarme, poder decir "haga lo que haga, no va a volver a pasar" porque si no lo hacía y salía mal, me seguiría culpando por siempre.

Anoche me dijo cierta persona, cierta persona por la que ahora escribo esto, "añorar el pasado es como correr tras el viento". Y yo... yo me limité a decir "no añoro el pasado, no corro tras el viento... Sólo pido que vuelva a soplar como antes" Y sólo esperaba que eso se me concediera.

Y no supe hasta qué punto se me había concedido.

Ahora mismo, sólo puedo gritar, saltar, cantar...

¿Por qué?

Porque... Al fin... Al fin lo he conseguido, he conseguido ser feliz de verdad.

4 de agosto...

Tal vez sea masoca, imbécil o, simplemente, tonta… pero confieso que no puedo dejar de leer esa conversación. ¿Por qué? Hum… ni idea (para variar, claro) Es que es inexplicable que quiera seguir leyendo cuando sé lo que va a venir, lo que él va a escribir, cómo me va a partir el alma en mil y un pedazos y como yo, ignorante e ilusa, voy a intentar recoger todos esos pedazos y arreglar las cosas, queriendo borrar esa frase escrita… Esas palabras que dije y no sentí, esas palabras que, en realidad, no tenían sentido para mí; esa frase que salió de mi interior de la rabia del momento, de la impotencia que sentía de sentir que esa persona se esfumaba de mi vida con cada palabra que yo decía intentando arreglar algo sin arreglo. Y vuelvo a leer otra vez esa conversación preguntándome cómo es posible que haya decidido guardarla y que no sea capaz de borrarla, de eliminarla, de vaciar la papelera… No, no soy capaz, y no sé por qué. Todo sería tan fácil... dar media vuelta, andar recto, no mirar atrás…
.
¿Qué me cuesta borrarla? Sólo es un conjunto de palabras que, además, están escritas de la forma más dolorosa posible y poco más… Sin embargo, esa conversación es mucho más que una conversación dolorosa, más que un puñal en mi interior, más que una vía para no parar de llorar, de odiarme a mí misma por haberle dejado escapar de esta forma tan absurda; es una, la única, forma que tengo de saber que realmente me quiso, que no me lo he imaginado, que hubo algo y que, para bien o para mal, sigue ahí, de alguna forma. Es algo a lo que atenerme. Es algo que, a pesar de ser doloroso, me reconforta pues, en cierto modo, sé que a él también le ha dolido esa conversación, que tampoco quería decir las cosas como las dijo, que no las sentía así y que, si las relee, seguramente acabe pensando todo esto que digo yo… o no, ¿a quién le importa? Suena cruel, rencoroso pero… bueno, a estas alturas, algo malo tendría que salir, ¿no? No todo es compadecerse de una misma, supongo.
.
Sólo quiero arreglar las cosas, quererle, que me queira o que, por lo menos, sigamos como siempre… mientras lo consigo, pasaré las horas muertas escuchando musica triste para ponerme aún peor de lo que estoy, odiándome un poco más y leyendo una y otra vez esa conversación… pero… ¿por qué?
.
Tal vez porque soy estúpida, tal vez porque soy masoca, tal vez porque soy rematadamente anormal o… Bueno, tal vez sea porque te quiero demasiado...

Pasan días y días...

Dudas, rencor, angustia, dolor... De todo... De todo he sufrido en apenas diez días...
.
Estaba segura de tirarme a la piscina, estaba segura de quererle y de querer tenerle... De hecho, le quiero y quiero tenerle y... sin embargo... No sé qué pasa aquí. Me mira, me sonríe, me vuelve a mirar con esos ojos que yo tan bien conozco... Con esos ojos que dicen "te quiero" aunque sus labios, tornados en una perfecta sonrisa, no pronuncien...
.
Parece que sí... Y luego, parece que es más sí aún... y PLAF! una noticia chafa mis planes hasta puntos incalculados así, derrente, sin venir a cuento después de un día brillante... de un día perfecto junto a la persona que quiero...
.
Cualquiera diría "¡Pues vaya!" Y yo... Yo realmente no sé si me he estrellado contra el suelo o no... Pero me siento mejor que nunca, y sólo por el simple hecho de haber pasado, con él, el mejor día de muchos, muchos meses... =)

... 27 de julio...

No lo soporto. No soporto ni un día más esto que me corroe por dentro... La angustia que se apodera de mí desde hace días se hace tan pesada que me es imposible de soportar... Siento como la duda impregna cada una de mis células y eso hace de la mía, una espera fatal.
No solo me duele recordar que está tan lejos de mí que ni siquiera el teléfono o el internet acortan distancias, sino que, ya que estamos, añadimos el dolor que me causa no tenerle a mi lado.
En realidad, ni siquiera sé si quieero tenerle cerca de mí, tampoco si será lo mejor... tengo la sensación de que estar a su lado lo único que hace es despertar ese sentimiento dormido, ese sentimiento que yo creía muerto (gran error por mi parte). Tengo la sensación de que cada vez que le miro a los ojos, esos sentimientos afloran cada vez más (para bien o para mal)... Tengo la sensación de que, como sigan aflorando en mí, llegará un momento en que lo coja y no lo deje escapar nunca y sé con seguridad que será eso lo que pasará. No hace ni dos días que le dije a alguien:
-Tírate a la piscina, no pierdes nada.
-¿Y si la piscina está vacía?-me contestó- ¿y si me caigo y me rompo todos los huesos?
-Cualquier caída merece la pena si luego puedes decir "hice todo lo que estuvo en mi mano" -contesté yo.
Si tan segura estaba cuando se lo dije..., ¿por qué no puedo hacerlo?¿por qué no puedo aplicarme mis propios consejos? Siempre tuve claro que no se puede descartar coger un tren si no has visto en qué ocndiciones está y adónde se dirige... y, sin embargo, ahora que tengo un tren de lujo parado en la puerta de mi casa, no me atrevo a subir. ¿Por qué? No lo sé... Es pánico, supongo. Ya le perdí una vez y no quiero perderle otra... ¿Y si resulta que no paraba para mí? ¿y si resulta que me subo al tren y me echan porque el billete que yo tengo no sirve? pero... ¿y si por el contrario me subo al tren y resulta que llego al destino más maravilloso del mundo?
Puede que salga taaaaan mal que pierda su amistad para siempre... y no estoy segura de querer correr ese riesgo... Pero lo correré.

¿Por qué?

Porque si la piscina está vacía y me parto los huesos, ya me curaré, pero si no me tiro, probablemente me esté perdiendo el mejor chapuzón de mi vida...
Y ése si que no es un riesgo que quiera correr.

miércoles, 20 de octubre de 2010

... 11 Julio de 2010...

Cualquier persona se siente feliz cuando, después de varios meses, ve a la persona a la que ha querido sin darse cuenta, a la que ha echado de su vida sin quererlo y a la que desearía volver a tener a su lado... Sí, claro, ¿por qué no?, ¿por qué no me iba a alegrar? sí, era y es mi mejor amigo... Y no, no esperaba verle, no estaba preparada, para nada, verle después de lo ocurrido tantos meses atrás... Yo creía que sí pero... no, no pensaba que verle me fuese a recordar tantas cosas... no pensaba que saludarle me resultara tan difícil como no besarle, ni que abrazarle me hiciese ese nudo en el estómago... No, tampoco me esperaba que me agarrase de la mano de esa forma, ni que, que lo hiciese, despertara de nuevo esos sentimientos en mí... No me esperaba que España ganara el mundial y, sin embargo, lo ganó... ¿Qué narices tienen los domingos conmigo? ¿Es el día de las sorpresas inesperadas pero a la vez deseadas, o qué? Ahora mismo, lo único que hay en mi mente es una puñetera galería de recuerdos que seguramente no me gustaría que estuviesen ahí pero que, sin embargo, me son imposibles de borrar... ¿Por qué? ¿Por qué algo que crees dormido (o mínimamente muerto) durante tiempo aparece un día cualquiera así porque sí? ¿Por qué cuando nos queremos dar cuenta nos sorprendemos a nosotros mismos recordando melancólicamente esos días tan felices y, sin embargo, no por eso menos dolorosos?

Son cosas que uno no se espera... O cosas que, dicho de otra manera, uno espera que no ocurran pero, ¿qué más da lo que queramos? ¿qué más da lo que esperemos? Pasará lo que tenga que pasar...
Para bien... o para mal...