jueves, 31 de mayo de 2012

The eye

    Miró por la ventana, con las gotas de agua fría resbalando por el cristal horizontal de un piso tal vez demasiado alto. En realidad daba igual. Daba igual lo lejos que pudiese ver desde allí, daba igual cuantos tejados observase, los gatos que se paseasen por esas alturas, o lo lejos que se viese esos enanitos que andaban por la calle. Todo daba igual. El gris del cielo, casi blanco, se apoderaba de su mente. Era ya algo patológico. Cielo color geriátrico, nubes que se apelmazaban sobre la gente que sólo quería vivir. Más feliz o menos, pero vivir, al fin y al cabo.
    Suspiró, sentándose en el alféizar, cogiendo la taza de té que tanto le gustaba con ese Earl Grey que tan bien le sentaba, a la vez que se apartaba el pelo echándolo hacia atrás. Y suspiró justo antes de beber. Las gotas seguían resbalando, despacio al principio, haciendo springs finales a medida que la ventana se terminaba.
    Aquel ambiente de mierda la estaba cambiando. Lo sabía, lo notaba.
Miró de nuevo al cristal, pero esta vez fijándose en el reflejo de su ojo, que reaccionó a la escasez de luz  aumentando considerablemente el tamaño de sus pupilas.
    -Bueno - se dijo mientras observaba ese color azul tan distinto del resto - esto al  menos sigue igual....

miércoles, 23 de mayo de 2012

Tatuaje

    Ayer llegué a una conclusión acerca del debate que me planteaba hacerme el dichoso tatuaje que llevo meses queriéndome hacer. Me reconcomía la duda que supongo que asalta a todos los que se plantean hacerse uno: "¿Y si me arrepiento del motivo por el que me lo hice?" No sin asombro, descubrí que eso no era posible, que no me iba a arrepentir, que no podía arrepentirme. Descubrí que cada etapa que vivimos forma parte de nosotros, aunque se acabe. Un tatuaje con un significadoespecial debe conservar su significado, su esencia, siempre. Es un recuerdo, un recuerdo de un momento concreto de nuestra vida que, de una manera u otra, quisimos tener plasmado sobre nuestra piel. Que ese momento o esaetapa seacabe no significa que sea por eso menos importante, ni tampoco que deba ser olvidada.
    Porque el pasado nos forma, nos hace tal y como somos y, si cada experiencia nos marca, si nos convierte y nos cambia interiormente,¿por qué no exteriormente? ¿Qué diferencia hay? ¿Qué hay de malo en exteriorizar lo que nos hace ser nosotros? Si alguien fue una vez importante para ti, no hay motivo para no recordarlo con cierto cariño, no hay por qué olvidarse de lo que una vez fue para nosotros, de lo que una vez significó en nuestras vidas.
    Porque somos nuestro pasado, y los tatuajes no son otra cosa quemarcasde él, y sinuestro pasado nos define pordentro, deberíamos querer que también nos definiese por fuera, que sólo con mirarnos al espejo viésemos lo que nos ha hecho tal y como somos y recordásemos con una cierta nostalgia a aquéllois que pusieron su granito de arena,a aquéllos que se merecen ser recordados porlo que fueron... o por lo que son.


Y jamás, jamás, arrepentirse de haberlos tenido alguna vez en nuestras vidas... de tenerlos para siempre en nuestros cuerpos

viernes, 18 de mayo de 2012

12.01.12

    Se podría decir que era feliz cada vez que caminaba por el bosque, cada vez que sentía el vaho salir con fuerza por la respiración agitada, cada vez que se dejaba acariciar por la bruma de la noche; cuando ésta le tragaba con su áspera y dulce negrura... Era feliz estando solo, sintiendo la nieve hundirse debajo de cada pisada, oliendo cada frangancia que llevase el aire... Era feliz cuando se sentaba encima de una roca más alta que las demás y contemplaba las copas verdes -o blancas- de los árboles, o incluso cuando se tumbaba al raso mirando a ninguna parte. Era, en general, feliz.
    Sin embargo, había algo que le hacía sentir que era mucho más que fliz, algo que le hacía sentir... especial, único. Por eso, cada noche se acercaba a aquella roca desde la que se contemplaba todo árbol, por eso se sentaba allí al atardecer, esperando a que Ella saliese. Y, cada vez que la veía, le daba un regalo. Cada día más bonito que el anterior, aunque Ella no los quisiese, aunque Ella se limitase a vivir su vida, a seguir la rutina de cada noche.
    -Te quiero
    Le decía una y otra vez
    -Te deseo
    Le repetía
    -Quiero que seas mía
    Le rogaba
    Ella lo observaba mientras le decía todo aquello noche tras nohe. Nunca le contestó, pero él sabía que le estaba escuchando, él leía la duda en sus ojos, veía más allá de su simple figura, veíalo que nadie imaginaba; veía su cara oculta... y la quería
    Por eso nunca se rindió. Por eso, cada noche se acercaba a aquella roca desde la que se contemplaba todo árbol; por eso se sentaba allí al atardecer, esperando a que Ella saliese para así sorprenderla con uno de sus regalos... Con uno de sus aullidos.


[Esos que, aunque ella no lo dijese, la volvían loca...]

jueves, 17 de mayo de 2012

Just her... Once again

   Había sido su todo. De un día para otro, se había convertido en su razón
para sonreír, en su vida... No podía negarlo. No podía negar que se sentía
como en una nube cuando ella la besaba, cuando ella pasaba los dedos por
su brazo desnudo, dibujando intrincadas espirales sobre su piel... No podía
negar la sonrisa involuntaria que se dibujaba en su cara al verla dormir entre
sus brazos... No podía negar una felicidad tan evidente.

Porque, en aquella habitación, en aquel momento, en aquel beso...
Sólo ella habría conseguido hacerle ver las estrellas con tanta facilidad...

Porque sólo ella había que se estremeciese con una sola mirada...

Porque sólo ella era tan especial...

domingo, 6 de mayo de 2012

Perfection

Y no podía hacer otra cosa que mirar embobada aquella foto, recordar esos momentos en los que el mundo empezaba a los pies de una cama y terminaba en la cabecera...
Se quedó mirando al techo unos segundos, perdiendose en las estrellas pegadas allí, formulando mil y un deseos en voz baja, como aquella noche en el río, aquella noche en la que estuviste oficialmente en todos lados, fuese perdida, en Santiago o incluso en Vigo, cuando mentir era necesario, cuando una línea blanca se dibujó en el cielo, fugaz. Todo le venía a la mente, todo mientras ella seguía durmiendo sobre su pecho, con su brazo rodeandola, sintiendo su respiración pausada en la piel. La miró un segundo. Era preciosa. Y lo era. Porque por mucho que se esforzase, no encontraba un fallo, no encontraba nada que pudiese cambiar un ápice lo que le hacía sentir. Porque se suponía que la perfección no existía...

Pero claro... Es que lo que yo llamaba perfección... Eras tú

viernes, 4 de mayo de 2012

Weakness




    Y entonces me acarició la cara, como sólo ella sabía hacer. No sabía exactamente por qué, pero solo podía sonreir. Se acercó a mí con esa mirada que dice "bésame" y, cuando me di cuenta, me estaba dejando sin aliento, sin voluntad, sin fuerza...

Sin fuerza...

    -Débil. Como los niños pequeños, vulnerable... Así es como me siento, como si nada pudiese herirme salvo ella; como si nada pudiese doler salvo no tenerla cerca; como si mi vida dependiese de los besos que me da... Y puede que, realmente, sea así. Puede que sea débil, que no sepa decir que no, que me calle cuando me gustaría gritar, que grite cuando me gustaría callar. Puede que no todo sea fácil, que haya dificultades. Puede que enamorarse sea la única palabra tabú que, sin quererlo, me encuentro pronunciando cuando nadie mira... Puede que, al fin y al cabo, sí que la quiera y todo...
    -Pero no se lo dirás.
    -No, jamás le diré que ella es cuanto necesito para ser jodidamente feliz... Y que lo soy...

Open-minded

    Ayer me dio una gran paranoia mientras estudiaba Kant para la jodida selectividad. Sin querer, derrepente pensé en las medidas que el nuevo gobierno va a tomar. No hablo de recortes, porque entonces ya sí que no me callo; hablo de los matrimonios. Sí, los matrimonios homosexuales. Todos sabemos que ellos "no van a prohibirlos", dios los libre. Ellos lo único que van a hacer es cambiarle el nombre. Ya no serán matrimonios, porque una pareja de gays no merece tener ese reconocimiento. ¿Qué nos hace diferentes para no poder llamársele matrimonio? A mí, personalmente, ni me va ni me viene, yo no necesito que un papel, y menos un estado corrupto, me diga que quiero estar con una persona por el resto de mis días amén jesús. Pero, ¿acaso no es una unión? ¿acaso no tenemos el mismo derecho que un hombre y una mujer a que un papel nos diga que queremos estar con una persona por el resto de nuestros días amén jesús?

    Sin darme cuenta,  me acordé del Holocausto. Puede parecer exagerado pero, ¿alguien sabe cómo empezó todo aquéllo? ¿no? Pues no llegó un día el Amigodelbigote y gritó "¡Matémoslos!"  mientras levantaba el brazo, no; ni tampoco irrumpió en sus casas metralla en mano -aún no, digo-. Fue mucho más sencillo que todo eso. Empezó prohibiéndole a los judíos sentarse en los bancos del parque.

    Si se hubiesen quejado en su momento, si se hubiesen opuesto y se hubiesen levantado contra esa ley absurda, probablemente aquéllo no habría llegado hasta donde llegó.  Porque a ellos no les pareció grave no poder sentarse en el parque... Igual que no parece grave que se les quiera llamar diferente a los matrimonios homosexuales. Será una ley, un decreto. Sólo eso. ¿Despectivo? Sí. ¿Insultante? También. Pero solo un decreto. ¿Qué más da, no? Si no es para tanto mientras nos dejen casarnos...





Yo no digo nada, pero a lo mejor el día que nos prohíban sentarnos en los bancos del parque nos da por abrir los ojos...

miércoles, 2 de mayo de 2012

You and me

Uno... Un millar de sonrisas, un millón de besos... Todos a tu lado

Porque a veces hay que decir "uno", solo para que las malas lenguas no escuchen "cinco"

Con ella,
Con Dánae...




[cause it's you and me, and all of the people nothing to do, nothing to proove; and it's you and me and I don't know why I can't take my eyes off of you...]

martes, 1 de mayo de 2012

Viernes 27, 21:22

Empújame contra la pared y tírame al suelo. Agárrame por las muñecas, no dejes que me mueva. Y aráñame, muérdeme, apriétate contra mí con tu dulce fuerza. Arráncame los gritos, sin darme oportunidad a hablar. Rodeame con tus piernas, a la altura de la cintura; suspira alto, o grita. Pasa tu lengua por mi cuello y que tus dientes se cierren sobre mi piel. Sin miedo, con tiempo. Exprimir cada segundo a tu lado, cada golpe del cabecero contra la pared. Y que te dé igual todo, que la noche -o el día- empiece en ti y acabe en mí, sin saber en qué punto de dos movimientos hechos uno solo deja de ser tu cuerpo y pasa a ser el mío. Fúndete. Y aráñame, muérdeme, grítame.

Y con un suspiro más alto que otro, con un grito ahogado desde dentro, hazme tuya...