lunes, 15 de abril de 2013

Little piece of heaven


Como al principio, evocar su recuerdo le puso la piel se gallina, le erizó el vello de la nuca y un escalofrío recorrió su espina dorsal. Cuando se quiso dar cuenta, estaba temblando. Del miedo a perderla, de la felicidad que sentía en momentos así.

¿No te hago feliz?

Le había preguntado Dánae. Ilusa. Feliz es un término escueto, vacío en sí. La felicidad es tan relativa que ni siquiera debería tener un nombre concreto. La felicidad sólo reside en cada uno cuando dejamos de intentar alcanzarla, cuando, simplemente, nos llega. Y lo sabemos. Sabemos que somos felices.

Son pequeños detalles, detalles que me recuerdan que debo apreciar cada minuto a su lado, que debo quererla por encima de todo lo que se venga encima.
Porque son los pequeños detalles los que me dan las dosis perfectas de felicidad.

Porque somos indestructibles... Porque queremos serlo.

                   ... like a little piece of heaven...

domingo, 14 de abril de 2013

Happiness


-Quiero que seas feliz. Hacerte feliz.
-No lo haces muchas veces, pero cuando lo haces... es alucinante.
-¿No suelo hacerte feliz...?
Su tono fue demasiado  elocuente. Lune se apresuró a aclarar aquella afirmación.
-No plenamente. Es decir, que estoy jodidamente agusto contigo, y que te quiero. Eso no lo dudes. Pero la sensación como la de  ahora, como si me estuviese enamorando a cada minuto... Las mariposas, el temblar cuando hablas... Esas cosas. Esos detalles es lo que para mí es ser feliz. La felicidad no puede ser ilimitada e infinita, o el mundo de colapsaría. La felicidad fluye entre las personas, no podemos acapararla. Como si tuviese que llevar una parte de cada persona al resto del mundo para que todos se sientan completos en esos pequeños momento de felicidad... Aunque esa felicidad sólo dure unos pocos minutos.

                                    

jueves, 11 de abril de 2013

Code Dream

El aula estaba prácticamente llena a pesar de que no había que hacer ningún trabajo. Cada uno en un ordenador, algunos frente a una misma pantalla.
    Julien estaba delante de Alice, y se dio la vuelta en la silla para llamar a Mark, que estaba a la izquierda de ella.
    -¡Eh, chico gato! -le llamó, sonriendo. Era una sonrisa maliciosa, sus ojos miraron divertidos a Mark alzar la cabeza de la pantalla. No iba con buenas intenciones, y Alice lo sabía.
    -¿Qué quieres?
    -¿De verdad eres un gato?
    Sus amigas miraban también de reojo, pero entre cuchicheos y risitas.
    -A veces.
    -Oye, dime, ¿y tienes siete vidas o...?
    -Julien, callate.
    La voz de Alice interrumpió la broma de mal gusto.
    -¿Por qué? Sólo le estoy preguntando. - le lanzó una mirada de desprecio y se volvió a girar en dirección a Mark - ¿Y las dos colas invisibl...?
     Alice no le dejó terminar. Se levantó de su silla, se echó hacia delante y golpeó a Julien con el puño en la cara. Una vez, dos veces, tres veces. No conseguía darle todo lo fuerte que quería, pero sabía que le dolía. Julien sin embargo se reía mientras se enroscaba en sí mismo.
    -¡Oh, no, me va a matar! - se burló - ¡Que alguien la pare!
    Alice paró.
    -No merece la pena ni darte de hostias, payaso.
    Se volvió a sentar y agarró su mochila, que estaba encima de la mesa
    -¡Se enfada la gatita!
    Según lo oyó, Alice estiró el brazo fuerte y le dio con la mochila en la cara. Había sido por sorpresa y Julien sangraba ahora por la boca.
    -¿¡QUÉ COJON...!?
    Se fue a levantar, incrédulo, cuando Alice le cogió del pelo y estampó su cara sobre su propia  mesa. Con un golpe fuerte y seco.
     -ERES UNA GILIPOLLAS, ¿DE QUÉ COÑO VAS? ESTÁS MAL DE LA PUTA CABEZA!
     Sus amigas se levantaron y le acompañaron al baño.
     Alice se concentró en el ordenador de nuevo.
     -Gracias -Musitó Mark por lo bajo -.
     -Esto no cambia que siga enfadada.

                           Tarde o temprano, siempre hay que despertar.

martes, 9 de abril de 2013

Hidden



    Sólo se le ocurrió hablar con ella. Sin excusa, fue directa al grano. Sabía que ella la escucharía
    -¿Cómo estás de ocupada?
    -Ocupada en un 50%, mal emocionalmente al 80. ¿Por qué?
    -Porque me sé de una que está al 90 y... no sé a quién recurrir...
    -¿Qué te pasa?
    -No lo sé. Bueno, sí... Es un cúmulo de cosas
    -Entiendo... ¿y qué puedo hacer por vos?
    -Con fingir que te importo un ratito me vale.
    -Sólo sé fingir en una cosa... No me gusta mentir en nada más
    -¿Puedo saber en qué?
    Apenas tardó en contestar, escueta, pero sincera.
    -"¿Cómo estás? Bien. ¿Qué te pasa? Nada" ...



Al fin y al cabo, no eran tan distintas....


Diana... Me gusta demasiado ese nombre como para cambiárselo por ningún otro.


Awake



   Sin poder evitarlo, Alice recordó la metáfora que el titiritero le había explicado hacía no mucho tiempo. Recordó cómo todo era un pequeño teatro de marionetas que él movía a voluntad propia, dueño absoluto de unas pocas decisiones que en realidad, sólo tomaba él. Alice lo sabía. Era otro método de caza, le gustase o no. Extrañamente, Mark había resultado ser más bueno de lo que creía. Y, a veces, incluso le hacía dudar acerca de si había hecho bien revelándole algún que otro secreto. Ahora él era poderoso, pero a su manera. No tanto como él la veía a ella... o puede que sí.
    Sin poder evitarlo, Alice recordó el día que él conoció a Shane. Ella había bailado al son de las mismas cuerdas una y otra vez, sin soltarse, ni dejarse soltar. Lo cierto es que Alice creyó que terminaría soltándose por sí misma. No esperaba, ni mucho menos, tener que cortar la labor del titiritero por sus propios medios; es más, le divertía aquel juego... Pero Shane parecía estar realmente a gusto hablando con él.
    Sin poder evitarlo, Alice recordó también el momento en el que ella misma conoció a Shane. Contaba con ventaja, claro está, pues partía de una foto con altos niveles de adorabilidad, por poco que a ella le gustase esa palabra. Recordó cómo afianzó poco a poco a aquella criatura de bonita sonrisa y curioso acento, cómo ésta se sumergía en el mundo que Alice le mostraba...
    Sin poder evitarlo, dejó que el titiritero jugase
    Sin poder evitarlo, puso fin indirecto a aquella conversación.
 
    Sin poder evitarlo, fue a dormir con ese último pensamiento en su saturada mente...



"Pero ¿estás bien de verdad...?"

sábado, 6 de abril de 2013

Parking in the middle house


-Mira la canción que tengo en el móvil- Había dicho Dánae.
Al instante Lune la reconoció, "Little piece of heaven" comenzó a sonar en aquel sótano desértico. La estaban cantando a la vez, motivadas por un alcohol demasiado barato, cuando Lune decidió modificar una estrofa sobre la marcha.
-But baby don't cry, you HAVE my heart
-¿No es "Had", "Tuviste"?
-HAVE - Repitió, guiñándole un ojo. Dánae asonrió - ... Que lo tienes.
Ella se acercó y la besó, mucho, despacio y con fuerza, controlando la situación por completo.
-Bézame bandía
Dánae se rió y la volvió a besar
-Idiota
Dijo, volviendo a unir sus sonrisas una vez más...

"But baby dont cry..."

jueves, 4 de abril de 2013

Trance


    La sombra de mil errores la observaba cada minuto que pasaba, como un juez que evalúa cada acción, como el recuerdo de un amor que atormenta al que ya no es amado.

    Brrr, brrr.
    Ni siquiera leyó con interés lo que Mark le había enviado, apenas distinguía las letras en la pantalla y concentrarse era con diferencia lo último que quería hacer.
    -Voy a dejar el móvil, me duelen los ojos.
    -¿Vas a dormir? Si quieres hacerlo, hazlo, no te cortes.
    Alice rió por lo bajo ante el tono con el que Mark había dicho esa frase.
    -No, me quedaré en trance con algo música. Bandas sonoras, Yiruma... esas cosas.
    -Oh, no te molesto entonces.
    -Se agradece.

Amelie, El último mohicano, El Señor de los Anillos... nada. Nada era suficiente. Alice de resignó en la cama abriendo los ojos un poco.
Maldita música de mierda...
    -Hazlo
    La voz sonó dentro de ella. Ya la había oído antes, no se giró para contestar.
    -Hoy no. ¿Por qué iba a hacerlo?
    -¿Y por qué no?
    -He hecho una promesa.
    -Una promesa que ya has roto.
    Alice se estremeció. Estaba temblando.
    -Déjame en paz.

    Rápidamente, cogió el móvil una vez más y se fue al reproductor de música. Downloads. Pulsó la pantalla y dejó que la guitarra inundase su mente. La Voz suspiró.
    -Como desees... Eres demasiado cobarde.
Poco a poco las letras de Vetusta hicieron acto de presencia... Poco a poco, se sumergió en su pequeña mente en blanco...
    
   
         Todos duermen ya...

Alice 2.0.

    Hace tiempo que no uso el blog como tal... Lo siento, supongo. Ni siquiera sé para quién escribo a parte de "para mí".

    Vengo renovada. Con más fuerza que nunca, con la única función de dejarme llevar por las letras que huyen de mí como yo he huído de ellas durante todo este tiempo...

    Estoy aquí, y no me marcharé tan fácilmente.

Alice.