viernes, 1 de febrero de 2013

Going Under




No sé a qué día estamos... Ni si quiera sé cuándo ocurrió todo... Demasiado rápido como para asimilarlo, demasiado doloroso como para recordar cada palabra. Llorar hasta que caes, hasta que tu cuerpo no puede más y se deja atrapar por el sueño, un sueño ficticio que no es más que agotamiento mental, ganas de, simplemente, cerrar los ojos. Para no ver las fotos, para no recordar, para no pensar en nada. Y la música suena alto, muy alto quizás para estas paredes de cartón. Y sigo cayendo, hundiéndome a mí misma, sin querer, sin ser consciente...

Una vez leí que a veces el dolor ni siquiera te deja llorar. Al principio no me lo creí, al principio todo fueron lágrimas, llantos, despertar llorando, la cara hinchada a todas horas. Ahora no... Ahora... Simplemente no siento nada. Sólo un malestar interno, un no-puedo que se ha adueñado de mí por completo... No tengo fuerzas para llorar, no tengo fuerzas para gritar... A veces, apenas las tengo para salir de la cama.
Nadie sabe cuánto duele... Nadie sabe lo que es que te falte una parte de ti...

Me faltas... Me faltas tanto que me hundo poco a poco... Y no sé salir.

...Sin ti no sé...

No hay comentarios: