jueves, 11 de septiembre de 2014

Y nos hicimos orilla

Bañarnos en el Atlántico
de noche
desnudas
con tus piernas rodeando mi cintura.
Y no saber si me embisten más las olas
o tu cadera.

Ahora seremos las dos
orillas de ese océano.
Las que no se ven.
Las que no se rozan.
Las que sólo se saben en el momento en que
saben que todo tiene final.
Desde ese océano
que nos separa
-que me asesina-,
hasta un polvo
de despedida.

Y tiraré mil botellas
llenas de poemas,
y de esa prosa de absurda y dulce locura.
Y el fin del mundo me acogerá
mientras ambos esperamos
tu respuesta.

Y las puestas de sol
quedarán deshechas en tu ausencia mía.

Y me haré musgo, para esperar
fundida
con el único fin que me gusta.

Y me haré mar, esperando embestir tu cuerpo
en el lado de oceano
al que mi vista no logra llegar.

Y me haré tuya,
tuya en mi sinestar.

Sin ti, yo no.

Siempre preferí el invierno
al verano.
Siempre preferí a una brisa cálida,
el frío suspiro de una mañana.

Sin embargo,
ahora todo es diferente;
Me entra pánico el ver pasar los días,
Siento cómo el otoño nos roba el tiempo,
como el viento se llevará nuestros inviernos,
nuestro frío abrasador,
nuestros besos helados,
nuestro abrigo de piel
sobre piel.

Sin embargo,
este invierno será diferente.
Te alejará de mí,
te dejará ausente.
Y las noches serán frías de verdad
y a mi lado
sólo faltará tu cuerpo.

Y le tengo miedo a este invierno.

Tú,
que conoces mi terror
a los puntos
finales.
Yo, que conozco tu pasión por ser para mí
como mil
rosales.

Que te cautivan
y desgarran.

Preciosa,
como siempre,
me gritas que te coja;
Preciosa,
me arañas las ropas,
las entrañas.
Como siempre.

Y ahora que te vas,
¿qué debo hacer yo?

Besaré tu ausencia
en las noches de invierno
mientras tu verano
te alza a una liberación
más fuerte que mis
notevayas.

Y mis quédates se verán reducidos a los polvos que no echaremos.

Y será la hora de dejarte ir.
De dejar ir a la parte de mí
que no se irá contigo,
que se quedará para no dejarme dormir,
para recordarme que odiábamos los domingos.

Que sin ti será difícil seguir.
Que sin ti aquí yo...
No.