miércoles, 22 de agosto de 2012



   Hacía tiempo que se había hecho de noche en aquella azotea. Los platos estaban vacíos y las velas, que finalmente habían logrado sobrevivir al viento, casi consumidas por completo. Dánae se levantó, y Lune se acercó hasta ponerse a su lado.

    ¿Te ha gustado tu sorpresa?
    Ella sonrió y la besó, pasando sus brazos alrededor de su cuello.
    Me ha encantado.
    Sabes... Lo de antes... Todo lo del blog y eso... Tiene un sentido, un fin.
    ¿Ah sí?
    Ahá. Era una declaración de intenciones... Y todavía espero mi respuesta.
    ¿A qué pregunta?
    Dudó un segundo y se separó de ella medio milímetro.
    Cásate conmigo
    Ella abrió los ojos cuanto pudo un instante.
    ¿Va en serio?
    Claro. Cásate conmigo.
    Dánae sonrió al momento, con una sonrisa que Lune jamás había visto en ella, y se echó a sus bazos, rodeándola con ellos y acercándola más a sí.
    Sí, quiero.
    Fue Lune quien se sorprendió entonces
    ¿Te casas conmigo?
    Y sin quitar esa sonrisa, la volvió a besar.


    Me caso contigo.



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miércoles, 8 de agosto de 2012

18 caracoles! Jiji ^^


     Bueeno, finalmente, he conseguido llegar a los dieciocho sana y salva. Con menos neuronas de las que esperaba, eso sí, pero sana y salva, al fin y al cabo... Y la verdad es que me gusta de la forma en que he llegado a este momento de la vida que todos queremos recordar. Sinceramente, hace poco pensé que pasaría los dieciocho amargada, por no tener aquello que deseaba, por no estar acompañada de la persona a la que quería... Esas cosas que preocupan a los mortales. Sin embargo, me doy cuenta de que, a pesar de que no lo he celebrado aún, es uno de los días más felices de mi vida. Y no por el hecho de llevar 2 horas 56 minutos y 42 segundos en el mundo adulto :D, no, nada de eso... Sino porque me paro a pensar en lo que tengo, y no creo que sea plenamente consciente de mi suerte. A mis dieciocho años recién horneados, tengo a mi lado -no físico, sino ya sí que sería la polla- a la persona más linda de este mundo, una persona que me quiere, valgan mis defectos; y que me aguanta, valga mi continua idiotez. Y ¿qué voy a decir que no sepáis ya de ella? que es única en su especie...



    Voy a ser sincera... Ésta no es una entrada normal y corriente. Es una declaración de intenciones. Esta chica, que lleva 11 meses en mi vida, lleva siendo casi 8 de esos meses tan importante para mí como el aire que respiro. Es como un fuego, que te alumbra y te calienta, que te da protección, o como esa partícula ínfima de mar que de repente me llega, haciéndome sentir "como en casa"... Y es que, sin yo quererlo, ese lugar donde estoy con ella, y con tantos otros que me han calado como hermanos, ya se ha convertido en mi hogar, en el sitio que realmente siento como mío... Allí donde el sonido de las gaviotas es lo único que se oye en los exámenes, y donde el olor a ría -DAG- entra por la ventana. Y sí, la ría huele mal... Pero, como quien dice, ya la siento como mía. Y todo esto para decirte que, ya que he comenzado a andar este camino de adultos cogida de tu mano... Me gustaría poder terminarlo también contigo... Dure lo que dure ese camino...
Dure lo que dure un "para siempre"






Que te quiero, Bicha :)



domingo, 5 de agosto de 2012

Memories of everything

    Se perdió una vez más en las formas que dibujaban las nubes en el cielo, tal vez demasiado azul, rezando por que el viento le trajese un pequeño fragmento del aire del norte, que arrastrase esencia de mar, de arena, algas y gaviotas. Soñaba con despertarse allí una vez más, con pasear por la playa enredando los dedos con los de ella, con tenerla cerca y sólo verla sonreír. Paseaba descalza por la habitación, esperando que sus pies se fundiesen con las baldosas y pudiese hundirlos en ellas, como en la arena; respiraba hondo para vez si alguna brisa le traía su perfume... Dormía para ver si soñaba con ella, con sus besos, con sus caricias, con su sonrisa, con sus ojos, con su cuerpo, con su voz... Con su voz susurrándole al oído mil y unas palabras que le hiciesen de estremecer, que le provocasen ese cosquilleo de los tobillos a la nuca y que se le erizase hasta el alma...     Se perdió en mil y un recuerdos, recuerdos fabricados desde aquel día de octubre, aunque fuese diciembre cuando se  grabaron más a fuego sobre la piel... Se perdió una vez más en cada beso, en cada enredarse entre las sábanas. Se perdió en miradas furtivas y en tequieros secretos; en promesas, en juramentos. Se perdió en su cama, en cada partícula de su ser, en cada centímetro de su cuerpo, esos que ya se sabía de memoria. Se perdió en aquellas manchas que salpicaban su tronco y que le gustaban tanto, se perdió en cada gemido, en cada risa, en cada mirada.... Se perdió en ella, en su recuerdo, y en las ganas que tenía de volver a verla...
Y lo hizo cada día porque en el fondo sabía, aunque a veces tuviese dudas,
que el sentimiento era mutuo, y que siempre lo había sido.
Te quiero.

sábado, 4 de agosto de 2012

Viernes 27 de abril... resubida

Empújame contra la pared, tírame al suelo. Agárrame por las muñecas, no dejes que me mueva. Y aráñame, muérdeme, apriétate contra mí con tu dulce fuerza. Arráncame los gritos, sin darme oportunidad a hablar. Rodeame con tus piernas, a la altura de la cintura; suspira alto, o grita. Pasa tu lengua por mi cuello y que tus dientes se cierren sobre mi piel. Sin miedo, con tiempo. Exprimir cada segundo a tu lado, cada golpe del cabecero contra la pared. Y que te dé igual todo, que la noche -o el día- empiece en ti y acabe en mí, sin saber en qué punto de dos movimientos hechos uno solo deja de ser tu cuerpo y pasa a ser el mío. Fundirse. Y aráñame, muérdeme, grítame.

Y con un suspiro más alto que otro, con un grito ahogado desde dentro, hazme tuya...