jueves, 2 de mayo de 2013

"Mark as Spam"

El viento le trajo noticias de Mark y Shane una vez más. Una pequeña carta, como un mensaje en la bandeja de entrada, sólo para Alice. Él decía que Shane estaba triste y que pensaba que sólo ella, sólo Alice, podría ayudarla. Eso no le pareció mal, en realidad. A Alice le daba igual que él se preocupase por Shane, allá él con cuanto quisiese hacer.

La carta, sin embargo, fue cambiando su rumbo. Mark hablaba de una realidad anterior a la propia Alice, de una niña de pelo rosa cuya única preocupación probablemente fuese que la gente de su alrededor sonriese...
Tampoco recuerdo mucho de ella, en realidad.

Las palabras de Mark le hacían reír. Él seguía intentando entender a Alice por medio de unas frases escritas tras el viento sin ninguna intención más que la de válvula de escape, la de descanso entre todo lo que nos rodea. Avanzó poco a poco en la pseudocarta, esquivando los pequeños ataques que eran sus indrectas, observando los argumentos que Mark daba a ciegas, hasta que llegó a la única frase que no esperaba leer allí. La única frase que no tenía derecho a escribir... ni siquiera tenía derecho a tener ese concepto en mente. Se detuvo de golpe. Todo se congeló. "Esto no es la Ciudad de Mentiras de la que procedes. Sé consecuente".
Empalideció. ¿Ciudad de Mentiras? ¿Qué sabría él de la Ciudad de Mentiras? ¿Quién se creía para intentar juzgar un lugar cuya procedencia y funcionamiento desconocía? ¿Qué sabría él...?
Por encima de todo, una duda asaltó la mente de Alice... ¿qué sabría ella de la Ciudad de Mentiras? Ni siquiera estaba segura de pertenecer aún a ella..
o de si alguna vez había llegado a pertenecer a aquel lugar realmente... Nunca entendió del todo lo que pasaba en ella, ni quiénes eran los que la rodeaban... Pero sabía ver la verdad en las palabras que Chris escribía.... O eso esperaba, tantos años después.

... Eso tendría que hablarlo con Chris... Era su ciudad. Yo sólo creo ser una doble más de una historia sin un final cerrado...

... Real o no, la aquella Ciudad que Chris construyó era lo poco que a Alice le quedaba de él... Y ningún gato iba a decirle a dónde pertenecía, o dejaba de pertenecer.

Mierda. No quería pensar en él.

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