jueves, 4 de abril de 2013

Trance


    La sombra de mil errores la observaba cada minuto que pasaba, como un juez que evalúa cada acción, como el recuerdo de un amor que atormenta al que ya no es amado.

    Brrr, brrr.
    Ni siquiera leyó con interés lo que Mark le había enviado, apenas distinguía las letras en la pantalla y concentrarse era con diferencia lo último que quería hacer.
    -Voy a dejar el móvil, me duelen los ojos.
    -¿Vas a dormir? Si quieres hacerlo, hazlo, no te cortes.
    Alice rió por lo bajo ante el tono con el que Mark había dicho esa frase.
    -No, me quedaré en trance con algo música. Bandas sonoras, Yiruma... esas cosas.
    -Oh, no te molesto entonces.
    -Se agradece.

Amelie, El último mohicano, El Señor de los Anillos... nada. Nada era suficiente. Alice de resignó en la cama abriendo los ojos un poco.
Maldita música de mierda...
    -Hazlo
    La voz sonó dentro de ella. Ya la había oído antes, no se giró para contestar.
    -Hoy no. ¿Por qué iba a hacerlo?
    -¿Y por qué no?
    -He hecho una promesa.
    -Una promesa que ya has roto.
    Alice se estremeció. Estaba temblando.
    -Déjame en paz.

    Rápidamente, cogió el móvil una vez más y se fue al reproductor de música. Downloads. Pulsó la pantalla y dejó que la guitarra inundase su mente. La Voz suspiró.
    -Como desees... Eres demasiado cobarde.
Poco a poco las letras de Vetusta hicieron acto de presencia... Poco a poco, se sumergió en su pequeña mente en blanco...
    
   
         Todos duermen ya...

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