jueves, 2 de febrero de 2012

Duele, y no





    Desde hace semanas, he intentado estar ocupada en todo momento, he tratado de no tener un sólo segundo para tomarme un café conmigo misma, para no tener que pararme a pensar en nada, para que así mis pensamientos no desvaríen y no acaben llegando a ti... Porque duele, y no. A veces, cuando te cruzas por mi mente, realmente me lleno de alegría. Algo se enciende en mi pecho, como si se llenase de aire, haciéndome contener el aliento, comienza una carrera de mariposas dentro de mí, y se me ilumina la mirada. no es que yo lo vea, claro... Es que más de una vez, absorta en clase, me han interrumpido para decirme algo referente a mi cara.

    -Tiene que ser realmente bueno - había dicho él una de las veces.
    -¿El qué?
    -Lo que sea en lo que estés pensando. Se te ve feliz.
    -Feliz... - había repetido yo, mirándole, preguntándole con la mirada.
    -Sí, feliz. Aún te brillan os ojos con ese toque especial. ¿En qué pensabas?
    -En nada, supongo - contesté, dando por terminada la conversación.

    Y sí, dentro de mí aún flotaba esa sensación de... ¿felicidad? Puede que sea eso.
    Sin embargo, otras veces es tremendamente doloroso. Estás en mi cabeza, pero no puedo quitarte de ahí, no quiero sacarte de ahí... Pero tampoco hago nada por recordarte más de la cuenta. Sólo sé que, cuando te enquistas en mi mente de esa forma, de vez en cuando sonrío y, amargamente y sin ser consciente de ello, me imagino una y otra vez siendo todo lo egoísta que querría ser por una vez, por un día... Esas veces, como ahora, después de días como el de hoy, me es imposible no creer que siempre hay esperanza, y que hay momentos en los que el fin justifica los medios, y que el egoísmo no siempre es malo, y que debo intentarlo todo, y que tengo que luchar por lo que quiero, y que no te dejaré marchar, y que la palabra "difícil" no es factible, y que haré lo imposible y más, y que te llevaré más allá, y que te quiero, y que ojalá eso fuese suficiente, y que...

¿Ves?

Por eso no me permito pensar en ti...

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