sábado, 28 de julio de 2012

Cartas anónimas día -13

    Hola, Princesa.

    He vuelto a soñar contigo, una vez más, durante toda la noche. He sabido todo el rato que era un sueño porque bailabas conmigo llevando aquel vestido negro con el que estás tan guapa... La verdad es que me gusta saber que son sueños para así imaginarme que cuando me despierte vas a estar ahí, rodeando mi cintura con tus brazos desde detrás, sintiendo tu respiración en mi espalda, y erizándoseme los pelos de la nuca... Como cada mañana a tu lado. Lo cierto es que te echo muchísimo de menos, Princesa. Que ojalá los días pasasen más rápido. Que ojalá no tuviésemos que estar tan lejos la una de la otra. Que ojalá me pudiese dormir abrazándote.

    Antes he estado leyendo aquéllo que escribí un viernes por la tarde, volviendo a mi casa después de haber pasado toda una tarde entre tus sábanas. Creo que sabes ya a qué día me refiero... Y no me ha hecho bien, porque ahora sí que puedo afirmar que te necesito, mi vida... Que estaré a tu lado mientras me dejes, y que no respiraré si no es el mismo aire que respiras tú. Que echo en falta tus miradas, tus caricias. Echo de menos tus besos, tus tequieros susurrados. Echo de menos que me agarres de la mano, que te rías. ¡Dios cómo echo de menos tu risa...! Es preciosa, ¿sabías? Como tú. Buf.... la adoro. Como te adoro a ti...


    Y, ahora, lo único que me queda es seguir soñando despierta que aparecerás por esa puerta que no paro de mirar, por si acaso, que me estrecharás entre tus brazos y que nunca, jamás, te volverás a separar de mí...
    Que estarás a mi lado... Lo que dure un para siempre



Te quiero, Bicha...

A.

No hay comentarios: