Déjame que te cuente...

    Cuando ella legó, él estaba sentado a la orilla del río, donde solían ir cuando eran pequeños. Años después de haberse marchado, estaba de vuelta a aquel pueblo alejado de la mano de dios.
    El primer lugar al que se acercó según salió del coche fue a aquel río. Iba con tacones, una falda y una camisa un tanto ajustada, pero no le importó la posibilidad -casi certeza- de mancharse. Allí lo encontró. Sonrió para sus adentros y se acercó, quitándose los tacones y sentándose a su lado. Antes de decir nada, y sin mover la vista del agua, él habló, como si la llevase esperando durante meses.

    -Has venido...
    -Eso parece. ¿Qué tal estás?
    -No lo sé.
    -Luck...
    -Déjame solo, ¿quieres? Nadie te ha pedido que vengas. -Ella le miró. Estaba llorando. No era un llanto escandaloso y depresivo, era una pena silenciosa que luchaba por no salir, por controlarse.
    -Luck, escúchame... Sé que estás enfadado, pero...
    -Me parece increíble que no me conozcas. No estoy enfadado. Ni estoy alegre. Estoy mal. Estoy mal porque no sé qué narices hacer. Debería mandarte a la mierda, decirte que te fueses por donde has venido, que cojas tu ropa cara, tu coche de lujo y te vayas a vivir la vida de la que un día me echaste... Pero no puedo hacerlo.
    -¿Y quieres?
    -Ni siquiera lo sé - Emma le miró, y sonrió, triste -.
    -Déjame que te cuente algo que un día me contaron a mí... Déjame que te cuente la historia por la que hoy estoy aquí, la historia que he venido a contarte.

Un anciano Cherokee estaba con sus nietos, al calor de una hoguera.

Los niños no hablaban, solo le miraban, y el ruido del crepitar de la

madera era lo único que rompía el silencio.

"Hay una batalla en mi interior," dijo, con la vista en el fuego. "es una 

terrible pelea entre dos lobos. Un lobo representa el miedo,la ira, la 

envidia, la pena, el arrepentimiento, la avaricia, la arrogancia, la culpa, el

resentimiento, la inferioridad, las mentiras, el falso orgullo, la superioridad

y el ego. El otro lobo es la alegría, la paz, el amor,la esperanza, el 

compartir,la serenidad, la humildad, la amabilidad, la benevolencia,

la amistad, la generosidad, la verdad y la fe."

Miró entonces a los niños, y les dijo "Esa misma lucha está teniendo 

lugar en vuestro interior y en el de cualquier persona viva". Los niños

se quedaron pensando un momento, y uno de ellos le preguntó

"¿Y cuál de los lobos ganará?" 

El anciano Cherokee sonrió y respondió

"Ganará el lobo que más alimentes" 

    Emma se levantó y le miró.

    -Yo ya he elegido mi lobo, y por eso estoy aquí. Ahora tú tienes que escoger el tuyo.

    Echó a andar hacia el coche, esperando que él tomase la decisión acertada. Entonces, algo tiró de su mano, tirando de ella hacia atrás y dándole la vuelta de golpe. Se encontró con su mirada.

    -Te quiero

    Ella sonrió y saltó hacia él, que la cogió en un abrazo mejor que cualquier beso, aunque fuese un beso de película...