jueves, 5 de abril de 2012

Pacto

    A día de hoy, la gente -es decir, los jóvenes- se sigue moviendo por el mismo ámbito de mierdas. Alcohol, drogas y sexo. Todos lo sabemos. ¿Qué coño? Es un mundo que todos, en mayor o menor medida, disfrutamos, sea de una manera o de otra. El otro día, cuando le pedí a mi madre permiso para salir y quedarme en casa de una amiga a dormir, el giro que pegó la conversación me pilló desprevenida.


    -No - había dicho ella.
    -¿Por qué no? Venga, mañana hay huelga, no tengo clase hasta a última y ni siquiera voy a ir, que quiero ir a la manifestación.
    Mi hermana, que contemplaba la escena, intervino con una carcajada.
    -Sí, claro, a la manifestación. ¿Y qué es lo que vas a reclamar?
    -Justicia. Por todo. Por la mierda de gobierno que están llevando a cabo, por la reforma laboral, por...
    -¡La reforma laboral! No voy yo, que estoy en paro, y vas a ir tú, que aún estudias. ¡No te jode!
    -Bueno, pues ahí está la diferencia entre tú y yo. Si no quieres ir, no vayas. Yo iré.
    -No, hija - habló mi madre, al ver que yo subía el tono a un nivel cercano al de "cállate, gilipollas" -, es que lo que me estás pidiendo es que te dé permiso para echar un polvo.
    -¿¡Qué!? Hay que joderse...
    -Bueno, mira la parte positiva - volvió a entrar mi hermana -, no te tienes que preocupar de que se quede embarazada...

    Si hubiese estado a solas con ella, sin mi hermana con su título de EhQueHeTerminadoLaCarreraYMeValgoPorMíMismaComoUnaAdultaDeVerdad tocando la moral de fondo, le habría dicho la verdad. Le habría dicho que no, que no me estaba dando permiso para echar un polvo. Le habría dicho que querer a alguien va más allá del sexo... Y sí, a mí, como a todos, me gusta. Y al que no, es un raro del cojón... Pero puedo vivir sin él. Porque no necesito "echar un polvo". Necesito estar con la persona a la que quiero. Necesito su sonrisa, su mano agarrando la mía; necesito encontrarme su mirada cuando nadie se da cuenta, o cuando todos nos miran. Necesito estar a su lado, respirar el aire que respira; necesito sus bromas, y sus labios.
    La necesito a ella. No como una posesión... No como alguien que me da sexo. La necesito como alguien que quiere estar a mi lado a cualquier precio... Porque sí, pasé la noche con ella. Y, para la información de todos los curiosos, me quedé dormida en el sofá cuando todos estaban bebiendo y me desperté con ella, dormida, abrazada a mí. Se despertó, me besó y me dijo que me quería. Y, manda narices que diga yo esto, pero eso es lo único que necesito. A la mierda los prototipos tipo "las relaciones homosexuales son mucho más pervertidas que las heterosexuales" o "si es que entre los homosexuales hay mucho vicio"...
    Los sentimientos van más allá que echar un simple polvo. Y sólo por eso, por esas palabras que un día ella me dijo... Ganaré la apuesta.


-¿Que soy mala estudiante? Sí
¿Que soy mala influencia? Puede
Pero yo también tengo sentimientos
Y... jo... te quiero...
-¿Sabes? Si a mí eso último es lo
único que me importa, mi madre
es lo primero que tendría que tener
en cuenta. 



Y si no, es su problema...
No el nuestro.  

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