jueves, 3 de noviembre de 2011

Confesiones del pasado

    Estaba harta de mentirse, de tratar de engañarse continuamente... Te quería, te quería y te quiso como a nadie. A pesar de que ÉL había cambiado y de que ella odiaba en lo que se había convertido, daría todo por volver atrás y hacerlo bien desde un principio, cuando era su mejor amigo y no se avergonzaba de ello, cuando solían decir que eran primos, aunque sintiesen como hermanos... Cuando se querían y no lo decían...
    Leah no iba a negar que añoraba esos días y que, probablemente, lo que ahora sentía por él no sería más que amor por lo que un día tuvieron... pero no podía evitar pensar que todo fue su culpa, no podía evitar buscar su cara entre la multitud cuando iba a la ciudad, ni tampoco beber cuando su ausencia se hacía terriblemente dolorosa...

    La ultima vez que Leah fue al bar éste de la esquina, la camarera le sonrío, como siempre, amable, pero su cara debería ser de lo más susceptible, porque, sin decir nada, le puso un chupito de whisky.
   -Invita la casa - ella alzó la vista e hizo un inútil amago de sonrisa, con la mirada hundida -. ¿Mal de amores?
   -A veces - respondió, con una pequeña carcajada sarcástica, y se bebió el chupito. Extendió el pequeño vaso y ella lo rellenó, esta vez cobrando.
    No recordaba cuántos se tomó. pero con cada trago deslizaba por su garganta un recuerdo, cada uno más feliz, y a la vez más doloroso, que el anterior; cayendo todos como bombas sobre su estómago... hasta que se vieron impregnados de náuseas y mareos.



    No sabía por qué lo había hecho, tal vez en un desesperado intento de que el alcohol se llevase cada uno de sus recuerdo...


O tal vez para admitir que, quisiese o no, aquel chico de ojos verdes le había dado realmente hondo...

No hay comentarios: