viernes, 22 de junio de 2012

Cartas anónimas


Hola, princesa;


    No sé cuándo leerás esto, ni si lo leerás; pero la verdad es que no puedo hacer otra cosa que escribir. Hoy es día 22 de junio, víspera de la noche de San Juan, y lo único en lo que puedo pensar es en lo guapa que estas mientras duermes a menos de un metro de mí. Lo cierto es que llevo cerca de media hora sin hacer otra cosa que mirarte desde la mesa, sólo pensando en qué estarás soñando. Y tú sonríes, te agitas con pequeños espasmos, como cada noche. Y no puedo dejar de mirarte...


    Si me paro a pensar en todo lo que se me ha cruzado por la cabeza en esta casi media hora que llevo mirándote, sólo puedo sonreír. Podría decirte tanto, susurrarte tantas cosas al oído esperando que se cuelen en tus sueños... Y todo sería verdad. Desde el primer "preciosa" hasta el último de mis "te quieros"... con mil y una promesas ahogadas entre más besos, con mil y una miradas que lo dirían todo, sin palabras que lo estropearan.


    Así es como te querría, princesa. Como sólo tú sabes hacerme sentir, como sólo tú puedes hacerme sentir; como si no hubiese nada más importante en el mundo que mirarte mientras duermes...



No hay comentarios: