Cuando oigo esta canción, es como si la ciudad se hiciese un prado al instante, y como si el prado se hiciese bosque, donde no hay gente que llega tarde, ni malos pensamientos hacia ese coche que se aparca mal y no te deja hueco para pasar.... Cuando escucho esta canción, las notas de una partitura tocada en algún piano de cola al otro lado del mundo vienen a mi habitación y bailan a mi alrededor, enredándose en por mi brazo y rodeando mi bolírgafo, creando así una melodía demasiado bonita como para cansarse de oírla, demasiado compleja como para imitarla pero sin embargo demasiado fácil de apreciar.
[Porque cuando oigo esa canción, en mi mente sólo hay una palabra, una palabra que me hace escribir sin tachar, todo del tirón, sacar las palabras a borbotones de mi interior, sin errores, como debería ser siempre... Esa palabra es ARTE]
No hay comentarios:
Publicar un comentario