miércoles, 29 de junio de 2011

Rojo Sangre

[If everyone cared ]


    Recuerdo aquella noche de principios de septiembre... Era un jueves y hacía el calor propio de verano...En su habitación, mientras las notas de "if everyone cared" nos rodeaban, recortábamos pegatinas para adornar una agenda que probablemente no se usaría en todo el curso por muy chula que quedase y... Allí estábamos, como siempre... Parecía increíble que lo que la distancia había separado el tiempo, caprichoso como ningún otro, lo hubiese vuelto a juntar tantos meses después... Aproveché una bajada de guardia para esconder en mi bolsillo aquel pañuelo suyo que tanto me gustaba (y el que llevaba todo el día intentando robarle... Sin éxito, claro) una sonrisa se dibujó en mi cara y el me miró, preguntándose qué me hacía tanta gracia.
    -¿Qué pasa...?
    -Nada - y mi sonrisa se hizo más amplia. Cogí la agenda de encima de la mesa y un rotulador morado
    -¿Qué escribes?
    -Es una sorpresa -Cuando terminé, el me tendió la mano para que le diese la agenda y así leer lo que yo había escrito en ella. En el último momento, eché la mano atrás -Ah, ah... -dije, negando con la cabeza - lo tienes que leer cuando me haya ido...
    -¿Por qué...?
    -¡Haces muchas preguntas...!- al ver que no podía eludir el tema y que sus ojos me miraban fijamente suspiré, sonriendo - ¡Porque si no, no tiene gracia...!
    -Bueno... - Se la di no muy convencida y, en efecto, la leyó tan rápido como la tuvo en la mano. Seguí sonriendo mientras él leía lo escrito, preparándome para lo peor. Soltó media carcajada y me fulminó con la mirada, divertido - Mi pañuelo -exigió, extendiendo la mano. Negué con la cabeza - Dámelo...
    -Yo no lo tengo...
    -Alice, aquí pone "Al final he secuestrado tu pañuelo MUAJAJAJAJA" - no pude evitarlo, me empecé a reir a pleno pulmón y el se tiró encima de mí para recuperar el pañuelo que yo trataba de alejar de él a toda costa. Su cara quedo a escasos centímetros de la mía y, entonces, me quitó el pañuelo. Fingí estar enfadada durante unos minutos hasta que me tuve que ir a mi casa...
    Como siempre, me acompañó a la puerta. Era noche cerrada y todo se veía de color naranja por las farolas. Sería la última vez que le vería hasta Navidades... Fui a darle dos besos de despedida pero, para mi sorpresa, me tomó por la cintura con una mano y por la barbilla con la otra. Me hizo girar la cara y me besó despacio, más intensamente de lo que nunca lo había hecho, pero el más dulce de todos los besos que jamás me había dado. Aquel era nuestro momento y algo en mi interior me dijo que no se repetiría nunca más... Lo recuerdo con demasiada precisión y cada detalle duele más que el anterior... Sus recuerdos siguen grabados a fuego en mi piel...

     Recuerdos teñidos de rojo sangre, recuedos teñidos de naranja farola...






Siempre Yachi :)

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