La pregunta más común que te hacen cuando alguien se entera de tu condición sexual es:
-¿Cómo puedes estar con alguien de tu mismo sexo...?
La gente no sabe que responder, por lo general. Suelen ser, por tanto, respuestas simples, cortas, malnutridas y sin oxígeno. He aquí la mía:
-Porque a mí el físico no me importa, a diferencia de todos los que os hacéis llamar heteros. Decís que no buscáis el físico en vuestra pareja, que lo importante es el interior, que eso es secundario y, sin embargo, todo el mundo descarta automáticamente a aquella persona que sea de su mismo sexo. Con los homos pasa igual, van a buscar automáticamente en su misma acera.Yo tengo la suerte de no pertenecer a ninguno de esos grupos. Yo no estoy con un chico o con una chica. Cuando estoy con alguien, estoy con la persona que es y atrás se queda el emboltorio que es el cuerpo, así, cuando me enamoro, me enamoro de verdad -no me enamoro de su cara o de su forma de andar, tampoco de sus ojos o del cuerpo que tenga, si no de su interior- y, así, el camino para ser feliz se hace cuesta abajo. ¿Sabéis qué? En el mundo hay muchísimas más personas perfectas de las que creéis... Pero las buscáis lejos de los armarios
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