lunes, 10 de septiembre de 2012

Memorie of a kiss

Si os veis con ánimos, ponedlo en youtube, no me deja aquí ^^'

    Cada segundo vaga por el espacio indefinido entre donde estaba ella y donde estaba su mente. Cada uno lejos de donde debería estar de una manera inversamente proporcional. Ni ella debería estar en donde estaba, ni tampoco su mente. Sin embargo, Lune sí debería estar donde estaba su mente, para que así su mente pudiese estar donde ella estaba. Parece un trabalenguas, pero tiene más sentido del que aparenta. ¿Por qué?

    Porque cada pensamiento, cada respiración, cada latido, cada pestañeo... Todo la conducía al recuerdo de Dánae. Al recuerdo de sus lágrimas resbalando por su cara mientras las intentaba disimular con una sonrisa no menos bonita que la más amplia del mundo. Al recuerdo de dos cuerpos fundiéndose. Al recuerdo de un beso apresurado en una estación de tren... En aquella donde Lune se había quedado horas antes un par de minutos más después de verla entrar. Sólo sentada mirando el vagón... Sólo esperando a que ella se bajase.

    Es verdad que nadie podía imaginar cómo aquella chica de ojos marrones había enamorado cada fibra de Lune, cada milímetro de su ser. Era increíble cómo llegaban a quererse tanto y de una forma tan fuerte que asustaba. Era increíble cómo superaban cada discusión, cada momento de orgullo... Dánae, como ella, era cabezota, impulsiva, apasionada, alocada... Era preciosa. Y Lune lo sabía. Pasaba horas observándola dormir, rozar unos dientes contra otros en un gesto de lo más curioso, simplemente admirando una belleza de un tono ciertamente asiático...

    Los recuerdos le inundaban la mente. Le llegaban en una serie sucesiva sin fin, evocando un sinfín de momentos que repetiría mil veces más, sólo por el placer de pasar más tiempo a su lado, el tiempo que ya no tenía. Y viendo un vídeo que las dos conocían de sobra, Lune recordó las palabras de una canción que, quisiera ella o no, definía bastante bien cuanto habían pasado juntas esos últimos tres meses. Se acordó de cada verso, de cada nota, de cada acorde en la guitarra...

    "Porque recuerdo cada puesta de sol, recuerdo cada palabra que dijiste; nunca íbamos a decir adiós... Dime cómo volver a ese paraíso de verano, a ese paraíso de verano ... Y estaré ahí en un latido de corazón... Recuerdo nuestro primer beso, recuerdo cómo no quería dejar tus labios, y cómo nunca me había sentido tan alto..."


Se acordó de ella, se acordó de cada sonrisa, de cada palabra, de cada beso, cada caricia, lágrima, abrazo, broma, "tequiero", "idiota", "boba"...

Se acordó de ella... Con todas las lágrimas que eso traía. 

Susurrándole al viento un suave "Te quiero, Princesa" para que él lo llevase hasta su ventana...

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