domingo, 5 de agosto de 2012

Memories of everything

    Se perdió una vez más en las formas que dibujaban las nubes en el cielo, tal vez demasiado azul, rezando por que el viento le trajese un pequeño fragmento del aire del norte, que arrastrase esencia de mar, de arena, algas y gaviotas. Soñaba con despertarse allí una vez más, con pasear por la playa enredando los dedos con los de ella, con tenerla cerca y sólo verla sonreír. Paseaba descalza por la habitación, esperando que sus pies se fundiesen con las baldosas y pudiese hundirlos en ellas, como en la arena; respiraba hondo para vez si alguna brisa le traía su perfume... Dormía para ver si soñaba con ella, con sus besos, con sus caricias, con su sonrisa, con sus ojos, con su cuerpo, con su voz... Con su voz susurrándole al oído mil y unas palabras que le hiciesen de estremecer, que le provocasen ese cosquilleo de los tobillos a la nuca y que se le erizase hasta el alma...     Se perdió en mil y un recuerdos, recuerdos fabricados desde aquel día de octubre, aunque fuese diciembre cuando se  grabaron más a fuego sobre la piel... Se perdió una vez más en cada beso, en cada enredarse entre las sábanas. Se perdió en miradas furtivas y en tequieros secretos; en promesas, en juramentos. Se perdió en su cama, en cada partícula de su ser, en cada centímetro de su cuerpo, esos que ya se sabía de memoria. Se perdió en aquellas manchas que salpicaban su tronco y que le gustaban tanto, se perdió en cada gemido, en cada risa, en cada mirada.... Se perdió en ella, en su recuerdo, y en las ganas que tenía de volver a verla...
Y lo hizo cada día porque en el fondo sabía, aunque a veces tuviese dudas,
que el sentimiento era mutuo, y que siempre lo había sido.
Te quiero.

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