miércoles, 20 de octubre de 2010

... 11 Julio de 2010...

Cualquier persona se siente feliz cuando, después de varios meses, ve a la persona a la que ha querido sin darse cuenta, a la que ha echado de su vida sin quererlo y a la que desearía volver a tener a su lado... Sí, claro, ¿por qué no?, ¿por qué no me iba a alegrar? sí, era y es mi mejor amigo... Y no, no esperaba verle, no estaba preparada, para nada, verle después de lo ocurrido tantos meses atrás... Yo creía que sí pero... no, no pensaba que verle me fuese a recordar tantas cosas... no pensaba que saludarle me resultara tan difícil como no besarle, ni que abrazarle me hiciese ese nudo en el estómago... No, tampoco me esperaba que me agarrase de la mano de esa forma, ni que, que lo hiciese, despertara de nuevo esos sentimientos en mí... No me esperaba que España ganara el mundial y, sin embargo, lo ganó... ¿Qué narices tienen los domingos conmigo? ¿Es el día de las sorpresas inesperadas pero a la vez deseadas, o qué? Ahora mismo, lo único que hay en mi mente es una puñetera galería de recuerdos que seguramente no me gustaría que estuviesen ahí pero que, sin embargo, me son imposibles de borrar... ¿Por qué? ¿Por qué algo que crees dormido (o mínimamente muerto) durante tiempo aparece un día cualquiera así porque sí? ¿Por qué cuando nos queremos dar cuenta nos sorprendemos a nosotros mismos recordando melancólicamente esos días tan felices y, sin embargo, no por eso menos dolorosos?

Son cosas que uno no se espera... O cosas que, dicho de otra manera, uno espera que no ocurran pero, ¿qué más da lo que queramos? ¿qué más da lo que esperemos? Pasará lo que tenga que pasar...
Para bien... o para mal...

No hay comentarios: