jueves, 21 de octubre de 2010

... 27 de julio...

No lo soporto. No soporto ni un día más esto que me corroe por dentro... La angustia que se apodera de mí desde hace días se hace tan pesada que me es imposible de soportar... Siento como la duda impregna cada una de mis células y eso hace de la mía, una espera fatal.
No solo me duele recordar que está tan lejos de mí que ni siquiera el teléfono o el internet acortan distancias, sino que, ya que estamos, añadimos el dolor que me causa no tenerle a mi lado.
En realidad, ni siquiera sé si quieero tenerle cerca de mí, tampoco si será lo mejor... tengo la sensación de que estar a su lado lo único que hace es despertar ese sentimiento dormido, ese sentimiento que yo creía muerto (gran error por mi parte). Tengo la sensación de que cada vez que le miro a los ojos, esos sentimientos afloran cada vez más (para bien o para mal)... Tengo la sensación de que, como sigan aflorando en mí, llegará un momento en que lo coja y no lo deje escapar nunca y sé con seguridad que será eso lo que pasará. No hace ni dos días que le dije a alguien:
-Tírate a la piscina, no pierdes nada.
-¿Y si la piscina está vacía?-me contestó- ¿y si me caigo y me rompo todos los huesos?
-Cualquier caída merece la pena si luego puedes decir "hice todo lo que estuvo en mi mano" -contesté yo.
Si tan segura estaba cuando se lo dije..., ¿por qué no puedo hacerlo?¿por qué no puedo aplicarme mis propios consejos? Siempre tuve claro que no se puede descartar coger un tren si no has visto en qué ocndiciones está y adónde se dirige... y, sin embargo, ahora que tengo un tren de lujo parado en la puerta de mi casa, no me atrevo a subir. ¿Por qué? No lo sé... Es pánico, supongo. Ya le perdí una vez y no quiero perderle otra... ¿Y si resulta que no paraba para mí? ¿y si resulta que me subo al tren y me echan porque el billete que yo tengo no sirve? pero... ¿y si por el contrario me subo al tren y resulta que llego al destino más maravilloso del mundo?
Puede que salga taaaaan mal que pierda su amistad para siempre... y no estoy segura de querer correr ese riesgo... Pero lo correré.

¿Por qué?

Porque si la piscina está vacía y me parto los huesos, ya me curaré, pero si no me tiro, probablemente me esté perdiendo el mejor chapuzón de mi vida...
Y ése si que no es un riesgo que quiera correr.

No hay comentarios: