domingo, 24 de agosto de 2014
Hazlo
Porque ponerle fin a todo
sería lo menos complicado.
Que me faltan huevos para enfrentarme
a la vida.
Que me sobran demonios
que me la quitan.
Si un gato negro se cruzase
en mi camino,
más que por mi suerte,
temería por su destino.
Pobre gato inconsciente,
pobre Luna sin noche.
Pobre el llanto del niño,
pobre la cuchilla que corte.
Pobre el estúpido que crea
que la poesía puede salvarle
-salvarme-.
Porque al fin
-y al cabo-
ponerle fin a todo esto, sería
lo menos complicado.
Porque sigo sintiendo esa voz
que me susurra "Hazlo".
Pero quizás me faltan huevos para
enfrentarme a la vida
-a la cuchilla-.
Pero quizás sólo necesito a alguien
que me lama las heridas
-tus heridas-.
Hola, querida Tristeza.
Para cuando te noto,
es demasiado
tarde.
Te adentras en mi pecho,
me aprisionas.
Y te reconozco.
Joder si te reconozco.
Al jodido instante.
Tus susurros en mi cuello,
tu ausencia aplastante.
Te diría que me dejases,
vieja enemiga,
conocida compañera.
Pero esta noche, tú
serás la que llore mis penas.
Hola, vieja amiga.
Hola, querida Tristeza.
Haz que la tinta fluya
Entras por la ventana
como la brisa de viento
que se cuela
fina,
invisible,
cálida
desde tus labios
hasta mis huesos.
Me miras, familiar.
Me conoces.
Nos conocemos.
Haz que la tinta fluya,
mi querida Musa.
Hazme de nuevo tuya.
Había salido a tomar un café.
Voy a retomar esto en serio, como solía hacerlo.
Tendrá unas reformillas, y esas cosas. Pero prefiero hacerlo así que no abrir uno nuevo.
A nadie le importa. Pero bueno, yo lo digo.
miércoles, 15 de enero de 2014
Don't go.
Mi voz se desgarra, se alza por encima del vientoo como una súplica de mi absurdo lamento. Nada es válido, nada puede pararlo. Hoy mis demonios duermen conmigo aprovechando que no estás, y sólo tú puedes evitarlo... Como hasta ahora habías demostrado.
Joder, mi voz se rompe., se desangra. Te grito en la noche con mi último aliento, pero nada es suficiente. Ellos te hacen inmune a mis lamentos, invalidan mis llantos, los segundos pasan mientras trato de olvidarlo... Pero pasan demasiado lentos.

Pero joder, mi voz se rompe. Por ti se desgarra
lunes, 9 de diciembre de 2013
Muse.
Es curioso cómo la gente pasa por nuestras vidas. Al día, nos cruzamos con miles de caras, caras anónimas, caras conocidas, caras que querríamos conocer. Y todos nos preguntamos quiénes se irán antes, o quiénes durarán más... Incluso quiénes estarán ahí para siempre. Para siempre son dos palabras que pesan mucho. Demasiado, si no se dicen con cuidado.
Sinceramente, ella ha sido, desde que sé de su existencia, una fuente inacabable de palabras aporreadas en un teclado, una fuente de tinta que gastó cientos de papeles, decenas de bolígrafos.
Ahora, mirar atrás se me hace tan extraño... Nunca me había parado a mirar el camino que habíamos recorrido juntas desde aquel primer día, nunca me había parado a observar cómo las cosas habían cambiado... Y nunca había visto tan pocas diferencias del hoy al ayer.
Viendo esas fotos, recordando esas palabras, esas miradas, esos momentos... Me di cuenta de que ella es lo más grande que me ha pasado nunca. Mi amiga, mi hermana, mi compañera, mi musa.
Musa...
Así empezó todo... Yo era incapaz de parar de escribir... de escribirle. Era tanto lo que sentía, que la única manera de expresarlo era escribiéndolo. Y ella estaba ahí; en cada párrafo, en cada coma, en cada acento. Estaba en cada espacio y en cada pensamiento...
Y dos años después, me sigue haciendo la persona más feliz del mundo. Y dos años después, vuelvo a aporrear las palabras no dichas; vuelvo a hacer correr ríos de tinta. Porque dos años después, la mantengo a mi lado...
Y eso es mucho más de lo que jamás pensé que la vida podría haberme dado
A ella, a mi China.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)