sábado, 15 de octubre de 2011

Perder algo

[continúa sonando... Incomplete - Backstreet boys]



    No podemos evitar echar de menos aquello que un día tuvimos pero, ¿cómo se puede llegar a añorar algo que nunca llegamos a tener?
    Sentimos que nos falta algo, y muchas veces no sabes ni siquiera lo que es. Otros, por el contrario, sí que lo saben, pero eso probablemente sea, si cabe, peor.
    Siendo sinceros, echo de menos a Mía. Qué coño, por primera vez hablaré de ella como realmente se merece, sin nombres clave.

    Nikki era increíble. Graciosa, simpática, guapa, genial... No es que fuera muy trabajadora, era más bien tirando a perra. Le gustaba divertirse, beber y tirarse a todo lo que tuviese tetas. Ninfomanía, lo llaman. Parecía una chica simple, pero era más difícil de entender que las matemáticas y, a pesar de parecer que se la sudaba todo y que nada le importaba, tenía un corazón de elefante. Y sí, a veces metía la pata, como todos (aunque fuese hasta el fondo); pero era extrañamente fácil perdonarla siempre. Sin embargo, era rencorosa. Mucho. Y ése ha sido uno de los detonantes de lo que se puede llamar nuestra amistad.

   Y aunque los peros en su contra son pocos, también son fuertes, y a veces las cosas, como ya he dicho otras veces, simplemente no están hechas para durar.

   Y a pesar de que nunca tuve a Nikki, desde que no sé nada de ella tengo una sensación de haber perdido algo más fuerte de lo que jamás pensé que sería...



... más fuerte de lo que jamás quise que fuera...

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