miércoles, 25 de marzo de 2015

Diario de Escape

    Apareció. Como cuando aparece sin buscarlo aquello que no encontrábamos y llevaba tiempo perdido.

    -Tengo algo que proponerte.
    -Sorpréndeme.

    Extendió la mano hacia Alice con algo en ella. Y lo dejó delicadamente sobre sus manos.

    -¿Qué es esto?
    -Un diario. Una identidad. No lo abras aún, todavía no sabes lo que puedes hacer con él, ni para qué sirve.
     -¿No me lo vas a decir?
     -Bueno, supongo que Deus y yo también tendremos en cuenta lo que prefieras... O necesites. -Había soltado aquello incluso con un rintintín especial. Como si aquel paquete pudiese ser mi salvación, o mi perdición, y dependiese de mí -.
   
    Alice guardó silencio durante un momento, y asintió.

    -Tendrás noticias mías más adelante siendo más concreto, Cazadora.

    Oír ese nombre de nuevo le recorrió la espina dorsal, e hizo que se le pusiesen los pelos de punta. Mark sonrió, se dio la vuelta y echó a andar, como si la conversación ni siquiera hubiese tenido lugar.

    Cuando se hubo alejado, Alice abrió el paquete. Sólo un poco. Sólo por curiosidad. Sacó de él una pequeña libreta de garabatos.
    La libreta era de un cuero rojo muy oscuro, casi negro, casi sangriento, con remates violetas en los bordes.

    En la parte superior, rezaba la leyenda:

    Ninth. Diario de Escape.

    Alice sonrió. Y no esperó a que Mark le volviese a hablar. Abrió el cuaderno, al margen de para qué sirviese, y comenzó a... Escaparse.

   
    De fondo, se oyó su voz mientras se alejaba.

     -Buena suerte, Cazadora

     Apareció. Como cuando aparece sin buscarlo aquello que no encontrábamos y llevaba tiempo perdido.
    Como cuando pierdes tu reflejo por haber atravesado un espejo, y alguien te recuerda que eres más que una proyección sobre un cristal.


    Y así, la Cazadora ha vuelto.

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