Normas

[it's my life - bon jovi]

    Admitidlo, el título echa hacia atrás, ¿eh?

    Las normas no gustan. No gustan por varias razones; porque son injustas, incoherentes, sin sentido (o con demasiado)... pero lo peor de todo, aquello que hace que sean tan odiadas es su función. LIMITAR. Siete letras que lo dicen todo, que suponen el horror de cualquiera que se sienta mínimamente libre. ¿Quién decide lo que es bueno? ¿Quién decide lo que está bien y lo que está mal, o lo que se debe o no se debe hacer?

¿Por qué está mal quererse pintar para ir a clase?

¿Por qué es incorrecto querer dormir hasta las doce un lunes?

¿Por qué lo es faltar a clase?

¿Por qué está mal drogarse, beber y fumar?

¿Por qué los tatuajes son inapropiados y los pearcing están mal vistos?

¿Por qué no hay que juntarse con gente "mala"?

¿Por qué hay que volver a casa pronto si salimos tarde?

¿Por qué no se puede cenar chucherías?

¿Por qué hay que arrepentirse de lo que se considera malo?

¿Por qué no besar a alguien si te apetece?

    ¿Por qué no... vivir...? Es nuestro momento, momento de tropezar y poner el otro pie delante, o de caer y levantarse; de cometer errores. De equivocarnos y de volvernos a equivocar, de aprender de los fallos [o no], pero por nuestra propia mano. De entender que si pone "no pasar", es que no se puede pasar y de que, si esa azotea tiene el acceso restringido, no es para que tú tengas más espacio allí arriba. Es momento de beber hasta que no sientas tu cuerpo y de sufrir las consecuencias con una resaca del copón, momento de probarlo todo, momento de brillar con luz propia porque sí, porque es nuestro momento.

    Y ningún cartel de prohibición nos puede quitar eso.

[Vive muchos años, vive intensamente, vívelo todo. Vive por mí la vida que yo no pude vivir - KAI]

Perder algo

[continúa sonando... Incomplete - Backstreet boys]



    No podemos evitar echar de menos aquello que un día tuvimos pero, ¿cómo se puede llegar a añorar algo que nunca llegamos a tener?
    Sentimos que nos falta algo, y muchas veces no sabes ni siquiera lo que es. Otros, por el contrario, sí que lo saben, pero eso probablemente sea, si cabe, peor.
    Siendo sinceros, echo de menos a Mía. Qué coño, por primera vez hablaré de ella como realmente se merece, sin nombres clave.

    Nikki era increíble. Graciosa, simpática, guapa, genial... No es que fuera muy trabajadora, era más bien tirando a perra. Le gustaba divertirse, beber y tirarse a todo lo que tuviese tetas. Ninfomanía, lo llaman. Parecía una chica simple, pero era más difícil de entender que las matemáticas y, a pesar de parecer que se la sudaba todo y que nada le importaba, tenía un corazón de elefante. Y sí, a veces metía la pata, como todos (aunque fuese hasta el fondo); pero era extrañamente fácil perdonarla siempre. Sin embargo, era rencorosa. Mucho. Y ése ha sido uno de los detonantes de lo que se puede llamar nuestra amistad.

   Y aunque los peros en su contra son pocos, también son fuertes, y a veces las cosas, como ya he dicho otras veces, simplemente no están hechas para durar.

   Y a pesar de que nunca tuve a Nikki, desde que no sé nada de ella tengo una sensación de haber perdido algo más fuerte de lo que jamás pensé que sería...

... más fuerte de lo que jamás quise que fuera...

Decisiones

Es fácil y sencillo, puede que sí o puede que no; sólo son dos posibilidades, no hay tanto donde elegir. ¿Qué hacer si te encuentras al borde del abismo, teniendo los suficientes motivos como para saltar pero no la suficiente valentía...?
Decisiones. Las tomamos todos los días: derecha o izquierda, arriba o abajo... Algunas decisiones son un soberano coñazo, ¿a quién pretendemos engañar? A nadie le gusta tomar decisiones complicadas.
Volvamos al ejemplo del abismo... Quieres saltar, y lo harías, pero hay alguien que te tiende una mano -o incluso las dos-, alguien que se jugaría la vida por ayudarte a conservar la tuya... ¿Qué harías si no quisieses una mano cualquiera? ¿Qué harías si la única mano que quisieras que estuviese allí, estuviese agarrando la mano de otra persona o, simplemente, pasase de la tuya...? ¿Saltarías? ¿Aceptarías la de aquél que te la ofrece? ¿Te conformarías con dos cuando podrías tener cien?


Todo es fácil y sencillo, puede que sí o puede que no; sólo son dos posibilidades, no hay tanto donde elegir. ¿Lo que esa elección traiga? Ah, eso ya es otra cosa...



[Podemos tenerlo todo o nada, pero el poder sólo está al alcance de aquel que es lo bastante osado como para buscarlo]


.yachi.

El morbo de lo prohibido

[Jennifer López - On the floor]



Cuando un día encuentras a alguien que te gusta, que tiene algo que te llama, y te enteras de que ese alguien está con otra persona, todo se magnifica. Las miradas de reojo se convierten, de repente, en miradas furtivas que esperan no ser vistas, los piropos se valoran y las sonrisas enamoran.
Y todo gira en torno a lo secreto y a lo prohibido, y eso hace que todo se magnifique más. Entonces, un toque a las once es un mundo, y un mensaje un universo entero, por poco que se diga en él. Entonces, ese alguien se convierte en tu prioridad, y su voz te llama con tanta fuerza que suena por encima de tu cabeza, que grita inútilmente "Para, eso está mal"...

Y eso lo magnifica, si cabe, todavía más...



[Hasta llegar a una espiral sin sentido con un centro al que es casi imposible llegar]

01:21

[Yiruma -when the love falls]



    Le pegó un trago a la cerveza y dejó el botellín en la mesa, a la vez que se echaba hacia atrás, contra el respaldo de la silla. Cogió el culo de la botella entre sus dedos índice y pulgar y la inclinó ligeramente. perdiéndose en las gotas que resbalaban por el cristal verde. Absorto en ellas y en el cuello de la botella, comenzó a recapacitar sobre la conversación que hacía un rato había tenido con Alain.
    "Supéralo, ¿quieres? Era una historia imposible, la vuestra... Acéptalo, tío" había dicho
    "Y lo acepto", había contestado él, pensando en todos aquellos momentos que no parecía que no tendrían final, las bromas de ella, su sonrisa no tan perfecta, su cara sonrojada por una mirada un poco más profunda de él...
    Cosas que no volverían porque ella habia tomado una decisión, al igual que él.
    Se obligó a volver de los recuerdos de un pasado no tan lejano.
    -Sí, lo acepto - susurró él, a pesar de estar solo desde hacía tiempo. Le pegó un trago más a la cerveza y la volvió a dejar exactamente en el mismo sitio de antes -. Pero eso no quiere decir que me guste.

Colonia

[continua sonando... When the love falls - Yiruma]


    Olía extrañamente bien. Un olor susurrante, embriagador e insinuante, que parecía llamar a las personas, incitarlas a disfrutar ese perfume perfecto, ese trocito de vida que parecía tener cada partícula del aire que era tocada por su esencia. Narices y Narizas siguieron ese olor a nuevo amanecer, a hierba recién cortada e incluso a luna llena. Se toparon con la esencia del mundo, con la colonia más difícil de apreciar...

    Se encontraron con el mar...

    ... Y las olas susurraron el nombre de aquéllos que pudieron oler, no la sal de su exterior, sino la vida en su interior

Fluidez

[Yiruma - Till I find you]

    Para cuando se dieron cuenta, el grupo ya había doblado la esquina, perdiéndose de la vista de ambas.
    -Hey, espera un segundo - dijo Lune, cogiéndola de la mano y atrayéndola sólo un poco hacia si. Dánae le devolvió la mirada y sonrió.
    -¿Qué pasa?
    -Quiero... - paró un segundo y se corrigió - ¿puedo preguntaste algo...?
    -Claro...
    -Si tú no estuvieras con Grey... Si yo nunca hubiese tenido nada con ella... Si ahora mismo sólo hubiese una tú y una yo, sin más complicaciones... ¿Habría pasado algo entre nosotras...?
    Dánae dudó un segundo.
    -Tal vez...
    Rehuyó la mirada de Lune, y tal vez por eso, no la vio sonreír un instante antes de echar a andar
    -Pues vamos, nos estarán esperando.

Era todo lo que quería saber o... Bueno, puede que "confirmar" sea más acertado...

Mientras haya posibilidad; se luchará

Waterfall

Supongo que mi querer supone tu no-poder y que, a la vez, tu poder supone mi no-querer...

Aunque, ahora que lo pienso... Yo nunca he tenido un no-querer...

Como el agua en unas cataratas, los recuerdos caen al pozo del olvido...

Eyes

    Con la mente llena de pensamientos poco útiles, pasé la mano por los barrotes, de derecha a izquierda, mientras caminaba por el pasillo. Un resoplido me hizo girar la cabeza, y mis ojos se toparon de lleno con los suyos. Oscuros como un pozo sin fondo, me observaban, solo a mí. Dicen que es difícil que fijen los ojos en una sola cosa, que la versión periférica que tienen les impide estar atentos en algo durante un determinado momento, pero juro que el tiempo se congeló. Sus ojos negros estaban fijos en los míos, el pelo le caía ondulado por la frente, negro como un cielo sin estrellas... Sentí que me fundía con ellos, que su mente era la mía, que estábamos conectados...
    Alcé la mano y la deposité en su hocico. Él alzó las orejas, elegante, pero no se movió... Se supone que nadie acariciaba a aquel caballo, que no se dejaba... Aquel caballo distante que nadie montaba...
    Movió la cabeza por dentro del box, de un lado a otro, con la vista fija en mí...
















Y entonces, sólo entonces, supe que algún día, sería mío.